Cayo Granma, el islote santiaguero en el que vivir puede ser una pesadilla

Redacción

Cayo Granma, el islote santiaguero en el que vivir puede ser una pesadilla

Cayo Granma, a la entrada de la bahía de Santiago de Cuba, se anuncia en las páginas turísticas como una “isla de fantasía”.

Y no les falta razón, “El Cayo”, como le llaman los santiagueros es muy bello, pero para sus habitantes puede convertirse en un minúsculo universo asfixiante.

Cuenta con una escuela primaria, donde los niños estudian hasta el sexto grado, pero a partir de ahí comienzan los problemas.

El Cayo deja de ser divertido, se hace pequeño y se debe salir en barco a la ciudad para continuar los estudios secundarios.

Si sonríe la suerte y aparece una novia, la situación va a peor, pues entonces se debe cruzar la bahía una y otra vez y el transporte marítimo sólo funciona hasta las 12:45. Así que la gente del Cayo se ha acostumbrado a pasar despiertos la noche en Santiago.

Cayo Granma se anuncia en las páginas turísticas como una “isla de fantasía”.

El sueño de los vecinos de Cayo Granma es un puente. Sólo un kilómetro y medio los separa de la orilla y vencerlos sería la solución de muchos de sus problemas.

Sin embargo, semejante obra sería compleja, cara y de dudosa rentabilidad económica. El Cayo tiene apenas 2.2 km cuadrados de superficie y en él viven muy pocas personas.

Claro que posee atractivo turístico, pero este está dado en buena medida por su aislamiento. Un puente que llevara un mar de personas a la ínsula pudiera resultar, al final, una mala idea.

Mientras tanto, los habitantes se buscan la vida como pueden. Algunos pescan, otros se dedican a reparar embarcaciones.

Sólo un kilómetro y medio los separa de la orilla y vencerlos sería la solución de muchos de sus problemas.

Antes del triunfo de la Revolución de 1959, el Cayo era el centro de veraneo de las clases pudientes de Santiago de Cuba; pero de este pasado sólo quedan las casas de madera sobre pilotes, construidas en la mismas línea de costa.

Los turistas que llegan a Cayo Granma van directos al restaurante. Los pocos que se aventuran al interior del Cayo son un mercado “natural” para los pescadores y otros vecinos que, incluso, se han atrevido a abrir un par de establecimientos privados para hacer la competencia al Estado.

Conocedores del potencial que representa el turismo para Cayo Granma algunos vecinos han colocado anuncios online para vender sus viviendas hasta en 15 000 CUC.

A pesar de que el aislamiento de la comunidad la expone a riesgos muy grandes: el paso del huracán Sandy, por ejemplo, devastó el Cayo en 2012, lo tuvo 19 días sin electricidad y derribó casi todos sus árboles.

Antes del triunfo de la Revolución de 1959, el Cayo era el centro de veraneo de las clases pudientes de Santiago de Cuba

Cayo Granma quedó convertido casi en un paisaje lunar; lo que motivó a los estudiantes de Arquitectura de la Universidad Central de Las Villas a proponer el proyecto Rescate de Cayo Granma” para fomentar el desarrollo urbanístico, crear fuentes de empleo y fomentar la autosuficiencia económica.

Los vecinos se muestran escépticos. No creen que las autoridades cubanas se arriesguen a hacer grandes inversiones en el lugar, a pesar de que este es un lugar ideal para el turismo.