En el periódico local La Prensa, de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España, salió un anuncio que decía: “El moderno y rápido vapor, de dos hélices, Valbanera, pasará por este puerto con destino a Santiago de Cuba y La Habana… admitiendo pasajeros y carga, debiendo dirigirse las solicitudes de hueco… al agente de la Compañía…” Así comenzó aquel viaje de españoles que venían a Cuba a probar fortuna.
El Valbanera cruzó el Atlántico con 1 142 pasajeros y 88 tripulantes, al mando del nuevo capitán Ramón Martín Cordero. Pasó por el puerto de San Juan, Puerto Rico, y llegó a Santiago de Cuba el 5 de septiembre de 1919 con 1 152 pasajeros, la mayoría de ellos con destino a La Habana. Por diversos motivos, desembarcaron 742 personas las que, sin saberlo, habían salvado su vida.
El propio día zarpa el Valbanera de Santiago rumbo a La Habana con 488 almas a bordo. ¿Nadie sabía que se estaba formando un ciclón en el Golfo?
Probablemente no, porque debía seguir viaje luego, atravesando el Golfo de México, desde La Habana a los puertos de Galveston y Nueva Orleans, en los Estados Unidos. El Valbanera navegó hacia el este hasta la Punta de Maisí, subió por el Paso de los Vientos y enrumbó al oeste, por el norte de Cuba, a encontrarse con el huracán.
Cuatro días después, el 9 de septiembre por la noche, los vigías del Castillo del Morro de La Habana, avistaron las luces de un barco que pedía práctico para entrar a puerto mediante señales lumínicas (Morse), en medio de fuertes vientos huracanados. La sirena del vapor, que no dejaba de pedir auxilio, se escuchaba esa noche en la ciudad. Pero el puerto estaba cerrado por el paso del ciclón, se le informó al buque.
Entonces el capitán Martín Cordero indicó, por clave Morse lumínicas, que esperaría el paso del mal tiempo mar afuera y desapareció. Nunca más fue visto el Valbanera a flote, sus restos hundidos fueron encontrados el 19 de septiembre en los Bajos de Media Luna, extremo oriental de los Cayos de la Florida, por el guardacostas de la Marina de Estados Unidos USS C203. Las 488 personas que salieron de Santiago de Cuba, desaparecieron.
Nadie ha podido encontrar una explicación razonable, en los 95 años de los fatídicos sucesos del trasatlántico de pasajeros español Valbanera que salió de Santiago de Cuba rumbo a La Habana con 488 personas a bordo, en el mes de septiembre de 1919 y nunca entró al puerto capitalino. Apareció 10 días después que se vieron sus luces frente al Morro habanero, hundido en una zona arenosa de la parte oriental de los cayos de la Florida.
¿Qué tiene de misterio esta historia? Primero que todo, el nombre del vapor mal escrito. La rica familia Martínez de Pinillos, condueña de la Naviera Pinillos, Izquierdo y Compañía, apreciaba mucho el vapor Valbanera, al cual bautizaron con el nombre de la riojana Virgen de Valvanera, a la que la familia profesaba gran devoción. Pero estaba mal escrito en el casco del barco: cambiaron la segunda V por una B. ¿Por qué nunca los propietarios del buque corrigieron ese error? Para muchos marinos era una ofensa a la Virgen.
El viaje anterior del desastre del Valbanera, fue terrible. Cargado con gran exceso de pasaje, se desató abordo una epidemia de gripe española que mató a razón de más de dos pasajeros diarios (como promedio) en los 14 días que cruzó el Atlántico. El Capitán y el Médico del barco, fueron procesados. Con casi un centenar de enfermos arribó el Valbanera al puerto canario de La Palma, algunos de los cuales fallecieron en tierra, el escándalo resultó inevitable. Pero nada trascendió, la Naviera alistó el vapor y otra vez lo lanzó a la mar para su fatal y última travesía.
Durante sus maniobras para zarpar del puerto de Santa Cruz de La Palma, rumbo a la América, una de las anclas del Valbanera se perdió, suceso que la marinería abordo lo calificó como “mal presagio”. ¿Qué presentían los marineros? El capitán Ramón Martín Cordero escribió una carta a su esposa Mercedes Polanco en la que decía: “De no perder la vida en este primer viaje…” ¿Por qué esa reflexión negativa? ¿Es que acaso el bisoño Capitán de 34 años estaba pesimista? Al cabo del tiempo su esposa declaró: “Mi marido tenía el presentimiento de una desgracia…”
Un extraño episodio apareció tras el desastre del Valbanera en el periódico La Provincia de Islas Canarias: la niña Ana Pérez, de 5 años, vecina de la calle del Terrero, en Las Palmas de Gran Canaria dijo a su vecino que no quería montarse en el barco, “yo no quiero ir, yo no me embarco en ese buque, ese vapor se va a pique”. Cuentan que la niña lloraba al abordar y decía “mamá va contenta, pero yo no, porque ese barco se hunde”. ¿Es cierto lo publicado por el periódico La Provincia?
El Valbanera llegó a Santiago de Cuba el 5 de septiembre de 1919 con 1 152 pasajeros, la mayoría de ellos con pasaje pago hasta La Habana. Por diversos motivos o quién sabe cuál razón, desembarcaron 742 personas las que, sin saberlo, habían salvado su vida. No se sabía que había mal tiempo en el Golfo ni mucho menos que se formaba un ciclón. ¿Por qué casi el 65 % de los pasajeros abandonaron el buque? Después del desastre, se dijo (entre tantas cosas) que el buque navegaba un tanto escorado, pero evidentemente no hubo alarma ya que el vapor siguió viaje.
La noche del 9 de septiembre, en medio de vientos huracanados, con el puerto cerrado, un vapor sonaba su sirena y pedía práctico para entrar por señales luminosas, según se informó por los vigías del Morro de La Habana. ¿Era el Valbanera? Los pasajeros y los tripulantes del buque Montevideo, atracado en el puerto de La Habana, afirman haber escuchado la sirena y creyeron distinguir las luces del Valbanera. ¿Qué otro vapor podría ser? Solo se esperaba el Valbanera, que venía de Santiago de Cuba. Al no permitir su entrada a puerto por las malas condiciones meteorológicas, el vapor dijo (por medio de señales lumínicas) se iría mar afuera a capear el temporal. ¿Por qué no se identificó el Valbanera ante el Morro de La Habana? Nadie sabe, tal vez porque era el único barco esperado, pensó que se sabía.
¿Qué pasó esa noche del 9 y la madrugada del 10 de septiembre de 1919 a bordo del Valbanera, cuando lo azotó el huracán? El día 12 de septiembre, a las 13:15 horas, la estación de Key West captó su señal. Según quedó plasmado en el diario de navegación del caza-submarinos norteamericano USS C203 “los registros de radio indican que a las 13:15 am del día 12, el Valbanera (que sí se identificó) telegrafió y preguntó si había algo para él. Nuestra estación fue incapaz de captar su señal 10 minutos después. No hubo respuesta”.
Lo más probable, dicen los expertos, es que el Valbanera haya naufragado entre la noche del 9 y la madrugada del 10 de septiembre, cuando el huracán lo azotaba. Pero, ¿cómo llamó entonces dos días después? ¿Se encontraba a flote el Valbanera todavía el día 12? Si estaba en mal estado tras el paso del ciclón ¿por qué no pidió auxilio? ¿O es que se equivocaron de fecha y hora la estación de Key West y el caza-submarinos USS C203?
Tras la comunicación captada por el USS C203, el caza-submarinos americano se dio a la tarea de buscar al Valbanera, y lo encontró el día 19, ya hundido, reposando sobre su costado de estribor. Los oficiales y la tripulación del USS C203 investigaron (in situ) el desastre. Según el informe, no encontraron ningún cadáver de los casi 500 personas a bordo, ni dentro del buque hundido ni por los alrededores (solo una cabeza), y lo más curioso es que “los pescantes indican que no se hizo ningún esfuerzo para arriar los botes salvavidas”. ¿Nadie intentó salvarse?
¿Qué pasó en realidad? Esta historia tiene dosis de imaginería popular y algunas supuestas premoniciones, pero también cosas inexplicables. El tiempo no ha develado nada nuevo en casi un siglo, todo parece indicar que el Valbanera se llevó muchos misterios a su tumba en el fondo del mar.
