A sus 71 años, Miriam Mier Vidal es una actriz que cautiva por su preciosa y jovial voz. Varias generaciones de cubanos crecieron disfrutando de su carisma y dominio de la escena, en espacios tan populares como los policíacos y las Aventuras, entre las que sobresalieron Los vikingos y Los comandos del silencio, programa que dejó una huella de éxito y profesionalidad en la televisión.
En la radio, esta magistral actriz interpretó una extensa lista de personajes de muy amplio espectro psicológico y social. A juicio de una radioyente muy seguidora de su carrera: “Miriam Mier en la radio hacía con maestría cualquier papel que le dieran, lo mismo una niña, una anciana, una joven toda bondad que una perversa villana. Su voz marcó un estilo, una manera de hacer y es inconfundible”.
Personajes como la princesa Aura de la radionovela Un capitán de 15 años o de Veinte mil leguas de viaje submarino,… hicieron soñar a niños y jóvenes de varias generaciones; mientras que la conducción de programas radiales con personalidad propia como Nosotras por más de 17 años, fidelizaron audiencias.
Se inició a los 7 años en la actuación por complacer a su madre, quien tenía el sueño de ser actriz una profesión que en su época no era bien vista, por así decirlo; recibió clases de ballet, actuación y asistió a una convocatoria para niños actores, donde fue seleccionada.
Comienza en 1953, en el programa infantil de la televisión cubana Las Estampas Infantiles de Chichí; donde baila, canta, hace comerciales,… A los 14 años empieza a hacer banco en la antigua emisora CMQ, pasa días enteros esperando a que alguna actriz falle para cubrir su lugar o haya necesidad de algún extra porque las filmaciones eran en vivo. Mientras, en horario nocturno, estudia los diferentes niveles de enseñanza hasta licenciarse en Historia del Arte.
Un día falló una actriz llamada Griselda Nogueras, quien hacía el protagónico de la telenovela Bajo el cielo de Argelia que estaba en aquel momento en el boom y la llamaron para remplazarla. Según ha confesado, se las vio negras porque no estaba preparada para hacerlo, pero con la ayuda de grandes actores como Alberto González Rubio, Adita Béjar y Gina Cabrera consiguió sacar adelante un personaje histórico llamado Yamila que representaba a una guerrillera perseguida y torturada; fue difícil, pero poco a poco reconquistó al público.
Por aquella época, incursiona en el teatro de la mano de la actriz Adela Escartín, actúa en las salas Idal, Talhía,… debutando con Yerma de Federico García Lorca, donde interpreta el personaje de La loca. Trabaja en teatro y televisión, donde será recordada por su actuación como la novia de Leif Eriksson, protagónico de Los Vikingos, transmitido en el espacio televisivo Aventuras.
Radio Progreso la vio brillar como actriz en todos sus espacios dramatizados, en los cuales Mier sobresalió en programas como Novela cubana, La novela de las Dos y Tu novela de amor.
Precisamente, en esta última fue icónico el personaje que interpretó en la radionovela Cuando la vida vuelve, escrita por Joaquín Cuartas: un programa que, en palabras de su propio creador, “paralizó a este país en 1997 cuando se estrenó. En el 2007 se retransmitió y sucedió lo mismo”.
El programa Nosotras, de Radio Progreso, contó también con el dominio de la técnica vocal y actoral de Miriam Mier, que brilló junto a un elenco de lujo, integrado por Iván Pérez, Marta del Río, Fela Jar, Manuel Portela, Marta Velazco, Magaly Alou, entre otros.
A inicios de los años ochenta, tuvo la oportunidad de protagonizar Para empezar a vivir, uno de los seriales para televisión más transcendente y popular por el casting y tema que trataba: la mujer cubana en la Seguridad del Estado. En él interpretó dos personajes: Lidia y Raquel, este último como agente secreto.
Luego, al ser madre de dos bebés casi contemporáneos, se dedicó más a la radio.
En 1981 recibe el Premio Mundial de Actuación otorgado en el Noveno Festival de Plovdiv de Bulgaria, donde compitieron representantes de 44 países, con la obra teatral Dos Padres, escrita y dirigida por Silvano Suárez.
Su personaje preferido La Gaviota de la obra homónima de Antón Chéjov, coprotagonizada con Frank González, le concedió el premio de Actuación Femenina de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), quien le ha otorgado además 17 galardones por su trabajo como actriz.
Aunque confiesa que le hubiera gustado interpretar Ofelia de Hamlet, se siente muy orgullosa de su Beba Salavarría, un personaje de la radionovela Cuando la vida vuelve del escritor Joaquín Cuartas, transmitida en el espacio Tu novela de Amor de Radio Progreso que, según sus propias palabras, la tuvo muy apretadita, pues tocaba todas las facetas de una actriz y por eso le exigió mucho, al punto de ganar el Primer Premio de Actuación Caricatos del 1997.
Lleva varios años retirada, después de 43 años en la actuación. Su voz dejó una marca indeleble en la memoria y la sensibilidad del público, dejó una impronta de respeto, rigor y profundo amor por su profesión que nos hace hoy evocarla con la misma intensidad que cuando nos acompañaba a través de la radio o de la pequeña pantalla.
Su obra actoral trascendió, y ese es el mayor premio de un artista. ¡Gracias por tanto, Miriam!
