Roberto Críspulo, el cubano que convirtió a Coca-Cola en la marca más valiosa del mundo

Redacción

Roberto Críspulo, el cubano que convirtió a Coca-Cola en la marca más valiosa del mundo

Roberto Críspulo Goizueta fue uno de los ejecutivos cubanos más exitosos de la historia. Durante 16 años presidió la Coca-Cola, empresa que llegó a ser considerada la más admirada de Estados Unidos por la revista Fortune. Durante el tiempo que llevó las riendas de Coca-Cola, Goizueta convirtió la marca en la más valiosa del mundo, alcanzando un nivel de reconocimiento sin precedentes.

Tanta fama llegó a tener la Coca-Cola que en algunos países se le comenzó a llamar de esta forma a cualquier bebida gaseosa. A su vez, la empresa es todo un modelo de excelencia de compañía globalizada, ya que cuenta con presencia en más de 140 país y el 80% de sus ingresos se generan fuera de su país de origen.

Goizueta fue uno de los mejores gerentes de la historia y estoy convencido que el número uno de los cubanos. Durante su presidencia el valor en bolsa de Coca-Cola se multiplicó por 34, pasando de 4.300 millones de dólares en 1981 a más de 146.000 millones de dólares en 1997 (un rendimiento anual promedio para los accionistas del 25% en dólares).

Goizueta convirtió a Coca-Cola en la marca más valiosa del mundo

Los accionistas de la empresa la ver los resultados alcanzados por Goizueta, no escatimaron en remunerarlo de forma muy generosa con bonificaciones de Coca-Cola.  En más de 1.200 millones de dólares estuvieron valoradas las acciones que recibió como bonificación por su inigualable labor. De esta forma, Goizueta pasó a ser el único cubano de la historia en haber acumulado una fortuna de más de 1.000 millones de dólares exclusivamente como producto de la remuneración por su trabajo en una compañía.

Roberto Críspulo Goizueta nació en Cuba, en 1932. Era el hijo mayor de una familia adinerada. Su abuelo era dueño de una refinería de azúcar.

De su formación escolar es destacable su paso por el Colegio de Belén, un instituto de enseñanza secundaria jesuita, en La Habana; la preparatoria en la Academia de Cheshire, Connecticut, Estados Unidos; y la licenciatura en ingeniería química en la Universidad de Yale.

Curiosamente, el primer contacto de Goizueta con la empresa de bebidas más célebre y poderosa del planeta fue en Cuba y no en Estados Unidos. En 1954, una vez finalizados sus estudios superiores, Roberto se encontraba de vuelta en su país natal y, según se dice, leyó un anuncio en un periódico local que cambió su vida.

Goizueta fue uno de los mejores gerentes de la historia y estoy convencido que el número uno de los cubanos.

Aquel clasificado informaba que Coca-Cola buscaba a un químico para su planta embotelladora de La Habana. Goizueta respondió, aplicó y fue aceptado. Desde entonces, jamás abandonó la empresa.

Incluso, cuando fue a vivir a Estados Unidos, llevaba muy poco dinero, se endeudó e invirtió en algunas acciones de Coca-Cola.

En Cuba, de 1954 a 1959, asumió el rol de Director Técnico Principal de cinco plantas embotelladoras que se encontraban en la isla. Con la llegada de la Revolución se va de Cuba a vivir a los Estados Unidos y en 1697, cono solo 37 años de edad, se convierte en la persona más joven en ocupar el puesto de Vicepresidente de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Coca-Cola.

En el año 1979, la renuncia del entonces presidente, hizo que Goizueta llegara a ocupar su puesto, pero es en 1981 cuando se hace oficial su cargo al frente de la entidad. Se convirtió en el primer director general que consiguió un status milmillonario para una compañía que no había sido fundada por él mismo.

Fue, en su momento, una de las cinco personas que conocía la fórmula de la popular gaseosa. El sabor básico es el resultado de una mezcla de saborizantes cítricos (naranja, lima, limón) y especias (canela, nuez moscada, vainilla) y el ingrediente secreto Merchandise 7x o 100X.

En 1985, durante su período de dirección, la empresa intentó copiar el sabor de la Pepsi. La antes mencionada, Nueva Coca-Cola, llevó a Goizueta a ser artífice de una de las campañas publicitarias más desastrosas en la historia de Estados Unidos. A pesar de esto, pudo manejar la situación y posicionó a su compañía en primer lugar, a la vez que demostró que no hay mala publicidad para un producto.

Falleció en 1997 debido a un cáncer de pulmón, jamás negó su identidad y su primera lengua siempre fue el español. Demostró, con creces, que un latino podía liderar con éxito una gran multinacional en tierras estadounidenses.