¿Se vienen nuevas malas noticias? Funcionarios de alto nivel de la administración Biden se reunieron ayer con el Gobierno cubano

Redacción

Es la tercera reunión de alto nivel entre los gobiernos de EEUU y cuba en menos de un año. El Departamento de Estado ha dicho que agencias de seguridad intercambiarán sobre “cibercrimen”, amenazas terroristas y tráfico de drogas, entre otros asuntos.

“El hecho de que existe ese tipo de acercamiento a pesar de la situación interna actual de cuba”, dice Orlando Gutiérrez, del Directorio Democrático.

Una significativa parte del exilio cubano en Florida, lo ve como un evidente y sustancial acercamiento que pudiera tener -entre los principales puntos- la exigencia de la habana de sacar a cuba de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo.

La congresista republicana María Elvira Salazar busca evitarlo y la pasada semana presentó ante el congreso esta propuesta de ley que prohibiría al departamento de estado sacar al gobierno cubano de la lista de patrocinadores del terrorismo, a menos que ocurran cambios democráticos sustanciales en la isla.

Joseph Malouf, abogado constitucionalista, dice:

“Ella puede hacerlo. No es ilegal o inconstitucional, aunque en general, la corte suprema y la constitución de EEUU le da deferencia al presidente para lidiar con situaciones internacionales”.

Malouf comenta que el proceso regular para quitar a un país de tal clasificación tiene sus pasos, pero no descartaría que la administración Biden lo estuviese llevando a cabo. Es fundamental para levantar otras sanciones.

“Sacar préstamos, pedir préstamos, tener una relación con bancos fuera de Cuba: eso es un problema. Cualquier país que ayude a Cuba también es castigado por EEUU, lo cual significa que no es solamente el mercado de EEUU el que afecta a la isla”.

Actualmente, Washington tiene en su lista a cuatro países. Cuba regresó allí en 2021, en los últimos días de la administración Trump, bajo el argumento de la injerencia cubana en Venezuela y la negativa de La Habana de extraditar a sospechosos o criminales norteamericanos.

“Y eso se presta a interpretaciones subjetivas y no significa que el país esté necesariamente patrocinando el terrorismo”, dice Malouf.

Esta es la segunda vez que Salazar, con el apoyo de otros representantes federales por Florida, intenta convertir su proyecto en ley. Hace dos años no lo consiguió en un congreso de mayoría demócrata.

“Tienen que quedarse en la lista de terroristas porque eso es lo que son: un grupo de terroristas que desde hace 60 años aterroriza a su pueblo”, dice Salazar.