¿Milagro o ciencia? Cubana que fue declarada muerta “resucita” cuando iba a ser enviada a la morgue

Redacción

En el 2004, María de las Mercedes Calderón sufrió una crisis de asma que la llevó al hospital en Sancti Spíritus, Cuba. Su condición empeoró hasta que quedó sin signos vitales y fue declarada muerta después de varios intentos fallidos de reanimación. Sin embargo, mientras se preparaban para trasladar su cuerpo a la morgue, se movió y los médicos comenzaron a aplicar nuevos procedimientos de emergencia que lograron salvar su vida.

Este caso asombroso plantea la pregunta: ¿Fue un milagro o hay una explicación científica detrás de lo sucedido? Según Yudeisy Santos Espinosa, especialista en medicina intensiva y de emergencia, cuando se declara a un paciente fallecido, se mantiene en asistolia, es decir, sin latidos cardiacos tras 40 minutos de reanimación, y se presentan otros parámetros como midriasis pupilar, ausencia de presión arterial, cianosis distal y piel fría.

Aunque es poco común que una persona declarada fallecida vuelva a la vida de manera espontánea, este caso demuestra que es posible. Además, el tiempo de la parada cardiorrespiratoria es crucial, ya que puede dejar secuelas neurológicas. En el caso de María de las Mercedes, quedó con una hipoxia cerebral y epilepsia que han sido tratadas.

Este caso también nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la medicina de emergencia y de la capacitación de los profesionales de la salud en técnicas de resucitación. Aunque no todos los casos tienen un final feliz, como en el caso de María de las Mercedes, la atención rápida y eficiente puede marcar la diferencia en la supervivencia de un paciente.

En conclusión, el caso de María de las Mercedes Calderón es una historia asombrosa que plantea preguntas fascinantes sobre la vida y la muerte. Aunque hay explicaciones científicas detrás de lo sucedido, también hay un elemento de misterio que nos hace cuestionar nuestros propios límites. Este caso es un recordatorio de que la vida es frágil y preciosa, y debemos valorarla en todo momento.