Viaducto de la Farola, la carretera cubana que te acerca a la muerte

Redacción

El Viaducto de la Farola, una de las siete maravillas de la construcción en Cuba, es una obra de gran valor e importancia para la isla. Inaugurada en 1965, esta carretera se ha convertido en el enlace terrestre más importante y directo de Baracoa, la primera villa fundada en Cuba, con la capital de la provincia más oriental de la isla, Guantánamo.

A pesar de que existen otras vías de comunicación terrestre, la carretera del Viaducto de la Farola es la más utilizada debido a que las demás rutas resultan muy largas, escabrosas y desafiantes. La carretera Baracoa-La Máquina-Cajobabo-Guantánamo presenta cuestas difíciles de superar por vehículos ordinarios y tramos completos que se vuelven intransitables después de llover, lo cual es muy frecuente en la zona.

Por otro lado, la carretera Baracoa-Moa-Sagua de Tánamo-Guantánamo, aunque tiene una distancia similar a la ruta de La Farola, implica recorrer secciones de terraplén, ocasionalmente intransitables y varios segmentos montañosos que presentan limitaciones de seguridad. Además, esta carretera atraviesa todo el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, con alturas que en ocasiones llegan a 450 metros sobre el nivel del mar.

Para la construcción del Viaducto de la Farola se utilizaron técnicas muy novedosas, ya que la situación geológica de la zona imposibilitaba el uso de explosivos. Es por ello que esta obra es considerada como un hito en la ingeniería cubana.

Las vistas desde La Farola son simplemente espectaculares. A lo largo del recorrido, que va de Guantánamo a Baracoa, se puede pasar de un paisaje desértico-costero a uno dominado por la selva tropical. La carretera, con un curso muy sinuoso, permite contemplar unas vistas impresionantes, que incluyen las montañas, la densa vegetación y la propia carretera en su desenvolvimiento. Además, en toda su extensión, la carretera está repleta de manantiales que refrescan el ambiente y ofrecen un respiro al viajero.

Sin embargo, cabe destacar que cuando llueve, el tráfico en la zona se vuelve peligroso debido a los derrumbes que se producen en varias de sus pendientes. Por ello, se recomienda tener precaución al conducir por la carretera del Viaducto de la Farola en épocas de lluvia.