En la noche del pasado viernes, un triste suceso conmocionó a la comunidad de La Habana: un motorista cubano identificado como Danilo Pelegrín Villafuerte murió en un caso de atropello y fuga en el reparto Bahía, en el municipio Habana del Este.
Según los peritos, el siniestro tuvo lugar entre las 8:30 pm y las 9:15 pm a la altura de la Vía Blanca y la calle 16, y el auto implicado, que se dio a la fuga, debería estar dañado en la parte delantera, del lado del conductor.
Dennis Esquivel Domínguez, un familiar de la víctima, recurrió a las redes sociales para solicitar la colaboración de potenciales testigos del accidente y así identificar al conductor responsable.
“El infractor no hizo el intento de frenar, no se encontraron huellas de frenado, no auxilió, se dio a la fuga, dejó a una familia hecha pedazos y a dos hijos de 15 y 18 años que no tienen consuelo”, denunció Esquivel, quien también difundió tres números de contacto telefónico para recibir cualquier información relevante.
Esta tragedia refleja la falta de seguridad vial en Cuba, donde los incidentes de atropello y fuga no son tan comunes como en otros países, pero sí preocupantes. En el último año, diversas denuncias hechas públicas a través de redes sociales han dado cuenta de casos en los que los conductores involucrados en accidentes no han auxiliado a las víctimas.
Danilo Pelegrín Villafuerte, el fallecido, trabajaba en “Mandao”, un servicio de entregas a domicilio de comida de restaurantes y productos de mercado y agromercado, según sus redes sociales. La triste noticia dejó a su familia y amigos desconsolados, como se puede apreciar en los mensajes de apoyo y condolencia publicados en las redes sociales.
“Los muchachos y toda la familia están desconsolados. Esto es un duro golpe para todos. EPD Danilo. Donde quiera que estés, tus hijos te recordarán siempre. Vela por ellos desde lo más alto”, escribió en su cuenta de Facebook Beatriz Aguirre, madre de uno de los hijos de la víctima.
Este tipo de sucesos son una llamada de atención para la sociedad y las autoridades cubanas, quienes deben trabajar en conjunto para mejorar la seguridad vial en el país y evitar más pérdidas humanas. La concientización y la educación en torno a la importancia de respetar las normas de tránsito, el uso de dispositivos de seguridad y la responsabilidad en caso de accidentes son claves para prevenir tragedias como la que hoy lamentamos.
