¡De locos! Más de 30 mil pesos para que una familia cubana pueda disfrutar de un día en Viñales

Redacción

La historia del cubano Randol Luis Doval es una muestra del alto costo que deben pagar las familias cubanas para disfrutar de sus propios recursos naturales y culturales. En su intento por darle una alegría a su familia llevándolos a Viñales, se encontró con unos precios impagables que le dejaron frustrado y desilusionado.

Según relata Randol, hace un año, pudo disfrutar del paseo con su familia a un precio pagable, pero en la actualidad, los precios han aumentado exponencialmente y son inaccesibles para un ciudadano común. “31500 CUP por unas horas de supuesta paz, tranquilidad y esparcimiento”, afirma el cubano.

Esta situación no solo afecta a Randol y su familia, sino que es el reflejo de cómo el turismo en Cuba se está convirtiendo en un lujo para pocos.

Muchas familias cubanas se ven obligadas a renunciar a la posibilidad de disfrutar de sus playas, montañas, ríos y otros atractivos turísticos debido a los altos precios.

Las voces de otros cubanos en las redes sociales muestran la frustración y la tristeza que sienten al ver cómo su propio país se les está escapando de las manos.

Una internauta lamenta que “Cuba es sangre, Cuba es dolor, Cuba es tristeza. Cuba es hambre”, mientras que otro se refiere al comunismo como “un cáncer que te va comiendo y expandiendo en toda la isla (cuerpo) maldito comunismo”.

El turismo tiene el potencial de ser un motor económico importante para Cuba, pero si los precios siguen siendo inaccesibles para la mayoría de los ciudadanos, se perderá una gran oportunidad de generar ingresos y desarrollo.

Además, el país corre el riesgo de convertirse en un destino turístico exclusivo para extranjeros, a expensas de su propia población.

Es necesario buscar soluciones para hacer más accesible el turismo a los cubanos, promoviendo precios justos y políticas que permitan a las empresas turísticas y hoteleras mantener su rentabilidad sin afectar el bolsillo de los ciudadanos.

Solo así se podrá aprovechar el gran potencial turístico de la isla y contribuir al desarrollo económico y social del país.