Hace algunos años, los cubanos solían disfrutar de una pizza en la calle por tan solo 10 pesos, aproximadamente, dependiendo de los ingredientes. Sin embargo, la famosa “pizza de 10 pesos” no ha escapado al aumento generalizado de los precios y, en muchos lugares, ahora supera los 100 pesos.
Algunos cubanos comentaron sobre el incremento en el precio de las pizzas en diferentes ubicaciones de La Habana. Mencionaron una cafetería en el Paradero de Playa que vende deliciosas pizzas a 170 pesos, otra en Sol, entre Égido y otra calle de la Habana Vieja a 150 pesos, y también una cerca del Hospital Liga Contra la Ceguera a 100 pesos. Estas madres cubanas expresaron su preocupación por los altos costos.
Otros cubanos recordaron los precios anteriores de las pizzas, como los de 1.20 pesos que ya no existen. Algunos mencionaron que en el 2017 se podían conseguir por solo cinco pesos, aunque ahora no están seguros del precio exacto. A pesar de los cambios, todavía hay quienes las llaman “las pizzas de 10 pesos”.
Desde diferentes lugares de Cuba, también se comentó sobre los precios y la calidad de las pizzas. Por ejemplo, una cubana en Cárdenas, Matanzas, mencionó que llegan hasta los 550 pesos. En Bartolomé Masó, Granma, el precio es de 50 pesos, pero la calidad es deficiente y las describen como miniaturas. En Santa Clara, Villa Clara, una cubana afirmó que una pizza sencilla puede costar entre 100 y 150 pesos, pero las más elaboradas llegan a alcanzar los 700-900 pesos.
Las opiniones de los cubanos reflejan una creciente preocupación por la calidad de las pizzas, más que por los precios en sí. Muchos se quejan de la falta de mejora en la calidad del producto a pesar de los aumentos de precios. Algunos ejemplos citados incluyen puré de tomate de color naranja y apenas unas gotas de queso, lo que decepciona a los consumidores. La falta de calidad en los productos alimenticios es una problemática recurrente en los últimos tiempos.
Una cubana expresó su descontento con el alto costo y la mala calidad de las pizzas. Comentó que compró una pizza familiar por 1000 pesos y estaba amarga, con un sabor extraño debido a la harina. Esta experiencia refuerza la percepción de que los precios elevados no se corresponden con la calidad del producto, generando frustración y descontento entre los consumidores.
El aumento desmedido de los precios de las pizzas en Cuba es motivo de preocupación para la población. Los cubanos se enfrentan a la realidad de que sus comidas favoritas se han vuelto inaccesibles y no cumplen con los estándares de calidad esperados. Es esencial que se tomen medidas para abordar esta situación, como garantizar la transparencia en la fijación de precios y mejorar la calidad de los productos alimenticios.
