¡Ultima Hora! Díaz-Canel podría estar viajando a Nueva York el próximo mes de septiembre para hablar en la ONU

Redacción

El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel tiene planeado viajar a Nueva York el próximo mes para asistir a la semana de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, según fuentes informadas por el Miami Herald.

Actualmente, Cuba lidera el G-77 más China, un grupo derivado del movimiento de no alineados en la ONU que comprende a 123 países en desarrollo. Este tema será de gran relevancia para Díaz-Canel en la Asamblea General, según personas con conocimiento del asunto que pidieron permanecer en el anonimato debido a la confidencialidad de los planes de viaje.

Aunque no está claro si se le ha otorgado ya la visa para viajar a Nueva York, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos comentó que los registros de visas son confidenciales según la ley estadounidense y, por lo tanto, no pueden discutirse los detalles de casos individuales. Hasta el momento, los medios estatales cubanos no han hecho referencia a sus planes de viaje. La embajada cubana en Washington no ha respondido aún a solicitudes de comentarios al respecto.

Díaz-Canel será el anfitrión de una cumbre del G-77 en La Habana el 15 y 16 de septiembre. Posteriormente, se espera que viaje a Nueva York para participar en la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible el lunes 18, y ofrecer un discurso durante el debate general que inicia el martes 19.

Francisco Pichón, coordinador residente de la ONU en Cuba, resaltó que la cumbre “proporciona un punto de encuentro para que Cuba y el resto del mundo aceleren la acción conjunta en pro de alcanzar las metas de la Agenda 2030”.

Este sería el segundo viaje de Díaz-Canel para asistir a la Asamblea General, el evento anual más destacado que reúne a líderes mundiales. Poco después de asumir el cargo presidencial, tras suceder al general Raúl Castro, participó en este evento en 2018. En dicha ocasión, expresó a líderes internacionales su intención de “continuar” el legado de Fidel Castro, un tema recurrente en sus discursos. Sin embargo, en eventos privados con líderes empresariales y cubanoamericanos en Nueva York, adoptó una imagen más accesible, presentándose como un hombre de familia y un político joven. Incluso su equipo de prensa publicó un video en el que lo mostraba bailando con su esposa y tocando música en uno de esos encuentros.

No obstante, tras cinco años, las especulaciones acerca de su potencial como reformador se han desvanecido debido a su participación en la represión de las protestas antigubernamentales más grandes en décadas, su gestión económica problemática y su apoyo abierto a la invasión rusa de Ucrania.

Las relaciones con la administración de Joe Biden han enfriado después de que Cuba se mantuviera en la lista de países patrocinadores del terrorismo y se impusieran restricciones adicionales por violaciones de derechos humanos, aunque no se aplicaron a Díaz-Canel. La Casa Blanca ha mostrado poco interés en la apertura promovida por el expresidente Barack Obama, aunque ambos países mantienen contactos sobre temas como migración y narcotráfico.

Funcionarios de la administración han dejado en claro que no habrá avances significativos hacia una mejor relación mientras el gobierno cubano no libere a las cientos de personas detenidas por protestas y demandas de libertades políticas en el país.

Previo al viaje planeado de Díaz-Canel, los diplomáticos cubanos han estado intentando transmitir un tono menos hostil que las críticas habituales contra Estados Unidos y el embargo.

Aunque el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, insinuó que la insistencia en la liberación de prisioneros era un pretexto para no mejorar las relaciones, mencionó en MSNBC que “si hubiera voluntad política por parte de Estados Unidos, podríamos colaborar en muchos otros asuntos” más allá de las medidas antidrogas.

A pesar de esto, pocos expertos consideran que la visita de Díaz-Canel genere un gran interés entre los políticos o las empresas estadounidenses. Es probable que muchos cubanoamericanos protesten en contra de su presencia en Estados Unidos.

Normalmente, se espera que el gobierno de Estados Unidos otorgue visas a líderes y diplomáticos extranjeros para asistir a las reuniones de las Naciones Unidas. No obstante, en algunas ocasiones, se ha invocado la seguridad nacional para negar la entrada al país. En ese sentido, el senador republicano de Florida, Rick Scott, escribió el año pasado una carta al presidente Joe Biden solicitando que se negaran visas a líderes autocráticos de Cuba, Venezuela y Nicaragua para asistir a la Asamblea General. Sin embargo, ninguno de ellos había expresado intenciones de asistir en persona en ese momento.