Prensa oficialista arremete contra los manifestantes del 17M en Santiago de Cuba y los califica de “parásitos” y “hambrientos”

Redacción

En una reacción cargada de hostilidad hacia los cubanos que se manifestaron el 17 de marzo en Santiago de Cuba, el diario gubernamental Sierra Maestra, en un artículo firmado por la periodista Mayté García Tintoré, lanzó duras críticas contra los protestantes, tildándolos de “hambrientos”, “parásitos” y “criminales”.

El artículo expresó: “Esos ociosos de mi área y de zonas cercanas que participaron; jóvenes robustos que ni estudian ni trabajan, pero que protestaban vehementemente. Me gustaría verlos por un instante en un sistema capitalista, donde seguramente no sobrevivirían, o acabarían en prisión o peor. Aquí, son los que más se quejan de hambre y calor durante los cortes de electricidad, y aún así se atreven a criticar, cuando deberían estar agradecidos con esta Revolución que ha sido excesivamente indulgente con ellos”.

El texto no escatimó en insultos y extendió su desdén hacia los cubanos más humildes que exigieron “electricidad y alimentos” y “libertad”, acusándolos de vivir al margen de la ley.

“Son aquellos que no tienen un horario fijo porque carecen de cualquier responsabilidad social o profesional; los que merodean en las esquinas, subsisten del negocio ilegal, siempre con los bolsillos llenos, bebiendo ron o cerveza a cualquier hora del día; esos parásitos de nuestra sociedad, que gozan de los mismos beneficios que los trabajadores, gracias a la generosidad de un Gobierno que ellos mismos desacreditan, merecen el desprecio de la comunidad”.

El artículo, que ha recibido numerosas críticas en redes sociales, incluso llegó a tachar de “criminales” a las madres que se manifestaron con sus hijos.

“Fue una acción criminal la de esas madres que, bajo el intenso sol, salieron con sus hijos, para demandar leche que a menudo ni siquiera consumen, ya que muchas la revenden a precios exorbitantes. Reconozco bien esos rostros, siempre irritados por cualquier demora, aprovechándose de que el Estado ofrece estos productos a precios bajos para luego obtener grandes ganancias con su venta”.

“Entre los manifestantes también había trabajadores, amas de casa, jubilados e incluso curiosos, que, ante la situación actual y quizás por falta de firmeza, se dejaron influenciar y se sumaron al grupo de ingratos, aquellos que buscaron aprovechar estas demandas para fines desestabilizadores”, continuó el controvertido artículo.

Además, el texto siguió la línea del gobierno de atribuir a Estados Unidos la organización de estas protestas desde su territorio, pero fue más allá al insultar a los manifestantes y difundir un mensaje de repudio y odio hacia los cubanos que simplemente pedían condiciones básicas de vida, en un momento en que la mayoría en la isla enfrenta largos apagones y escasez de alimentos esenciales.