Ulises Toirac confiesa que teme que ocurra un “estallido de una violencia descontrolada” en Cuba: “Nunca ha estado ‘la cosa’ a este nivel”

Redacción

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El humorista Ulises Toirac utilizó sus redes sociales para criticar la falta de transparencia y credibilidad del gobierno cubano, tras la reciente renuncia del gobernador de Cienfuegos. El actor se mostró sorprendido por la noticia, ya que no es común que altos dirigentes cubanos renuncien, especialmente en medio de la reciente ola de destituciones en varias provincias.

Toirac, al igual que muchos cubanos, se pregunta cuáles fueron los “errores cometidos en el desempeño de sus funciones” por parte del gobernador de Cienfuegos, como se mencionó en la nota difundida por los medios de prensa oficiales.

“Si miras una foto de Alexandre Corona, te das cuenta de inmediato: perder el cuello en la batalla entre cara y torso solo puede atribuirse a un severo trastorno hormonal o a un severo trastorno de las funciones. Y ya sabemos el diagnóstico: en esos niveles hay más recursos que hormonas”, ironizó Toirac.

El humorista también señaló la falta de detección del problema por parte de las autoridades. “Nadie se dio cuenta. Ni el PCC provincial, ni los subalternos, ni los superiores. El solito se entregó porque era indetectable. Marvel se ha perdido un superhéroe”, añadió con sarcasmo.

Toirac enfatizó que los dirigentes deben servir a sus electores y que es su obligación explicar qué cosas hicieron mal, como primer paso hacia una verdadera “batalla contra las ilegalidades”. “Eres un servidor público, no un agente secreto de una agencia de inteligencia. (…) Gil lleva meses de investigación parece que esperando que se olvide todo el mundo de aquello”, subrayó.

El comediante también destacó la precaria credibilidad y confianza en los políticos en Cuba, donde las personas no solo enfrentan problemas económicos, sino de supervivencia. “La sociedad se tambalea desafortunadamente en un escenario tan extremo que temo el desencadenamiento de una violencia descontrolada”, lamentó.

“No hay luz al final del túnel y lo peor: ni siquiera han señalado pa’ dónde está el túnel. Los viejos trucos no son aplicables. Nunca ha estado ‘la cosa’ a este nivel”, concluyó Toirac.