Madres cubanas que protestaron frente a la casa de Díaz-Canel reciben amenaza de cárcel por parte del régimen

Redacción

El gobierno cubano citó y amenazó con procesar a un grupo de madres por “desacato” tras haber protestado frente a la residencia del líder Miguel Díaz-Canel a mediados de este mes.

“Nuestro único delito es exigir nuestros derechos, pero nos enfrentamos a amenazas y represalias”, comentó Nidia Noriega Rodríguez a Martí Noticias.

Noriega Rodríguez, una joven madre que ha residido en albergues durante más de 15 años, fue convocada junto con otras mujeres a una reunión con funcionarios de Marianao, incluyendo a la intendente y altos mandos de la policía.

Durante esta reunión, las autoridades les advirtieron que podrían enfrentar penas de cárcel de uno a tres años si persistían en sus manifestaciones pacíficas.

“Nos amenazaron porque quieren que tengamos miedo; pero no estamos haciendo nada malo, estamos reclamando nuestros derechos, solo queremos un futuro mejor para nuestros hijos”, declaró Noriega Rodríguez.

“¿A dónde vamos a ir nosotras, las madres con niños, que tenemos este dolor interior? ¿A dónde debemos dirigirnos?”, preguntó la mujer, quien decidió acudir a la casa de Díaz-Canel por la falta de alimentos para su hijo pequeño.

Noriega Rodríguez, madre de cinco hijos, también mencionó que los salarios estatales no son suficientes para cubrir las necesidades alimenticias mensuales de su familia.

Lisbet Ferrer Bango, otra de las madres convocadas, trató de hacer que el oficial presente se pusiera en su lugar, pero solo recibió amenazas de enfrentar cargos por desacato.

Las autoridades intentaron restar importancia a la situación, describiendo las citaciones como “charlas educativas” destinadas a disuadir futuras protestas.

Este incidente ocurrió hace dos semanas, cuando el grupo de madres demandó alimentos, medicinas y viviendas adecuadas frente a la residencia del presidente.

A través de videos difundidos en redes sociales, las mujeres solicitaron vivienda, comida y medicamentos para los niños, pero confirmaron que nadie respondió a sus peticiones.