Dayani Lozano, de estrella del pop en Cuba a entregar su talento a Dios y la música cristiana

Redacción

Dedicarse al pop en Cuba no ha sido un camino fácil para los músicos, dominado como está el panorama sonoro por la timba y el reggaetón. Sin embargo, algunos artistas han optado por explorar este género con variados grados de éxito en los últimos años.

Una figura destacada en este ámbito es Dayani Lozano, reconocida por su voz cristalina y su impactante presencia escénica, que ha capturado la atención del público a pesar de las dificultades. Nacida el 31 de octubre de 1973 en La Habana, Dayani creció en un hogar donde la música de destacadas cantantes anglosajonas y cubanas era una constante, como ella misma relató en una entrevista.

Desde temprana edad, se sintió atraída por el arte y se inspiró en las actuaciones de divas como Whitney Houston, Maggie Carlés, Mariah Carey, y otras, de quienes absorbió valiosas lecciones que moldearon su estilo único y su manera de expresarse musicalmente.

En su juventud, mientras estudiaba Lengua Inglesa, Dayani comenzó su carrera musical uniéndose al grupo Undercover y formó parte de otras bandas como Éxodo y Arkanar, más tarde conocida como Luz Verde.

El pop se convirtió en su refugio y, hacia el año 2000, fue descubierta por un productor que vio en ella el potencial para destacarse en el pop cubano. Su álbum debut, “El alma no basta”, incluyó el tema “Con tu luz”, que la catapultó a la fama y más tarde cobraría un significado especial en su carrera.

La presentación de este álbum en el teatro Karl Marx fue un hito, contando con la participación de notables músicos y grupos como Edesio Alejandro, Rodney Barreto y el Ensemble de Cuerdas del Amadeo Roldán, entre otros. El videoclip de “Con tu luz”, dirigido por Yamir Mayor Guzmán, ganó tres Premios Lucas, proporcionando un gran impulso a su trayectoria. Sin embargo, Dayani sentía que podría haber alcanzado aún más. “Fue un suceso artístico, un intento genial de la EGREM. El álbum contenía baladas bien hechas, con buenos arreglos. Lastimosamente no tuvo toda la aceptación que queríamos. Era el tiempo del boom de la salsa y el público cubano deseaba consumirla única y exclusivamente”, explicó en una conversación con Juventud Rebelde.

Entre 2002 y 2003, Dayani continuó su ascenso, participando en proyectos importantes como la canción de presentación de la novela “Salir de noche” con Edesio, y colaborando en el álbum “Siete” de Carlos Varela.

Su segundo álbum, “Acrílico”, lanzado en 2008, mostró un estilo más maduro y sofisticado, con contribuciones de artistas como Iranay Sánchez y Leoni Torres. “Interpretar la música pop es como nadar en mis propias aguas. Es el modo en el que concibo mis arreglos, mi vestuario, en el que veo las luces de mis conciertos. Vale destacar que el pop que hago en mis discos más recientes tiene un carácter más maduro, reflexivo, hasta un poco más sofisticado que el que hacía en los inicios de mi carrera. El pop sigue siendo mi manera de pensar”, compartió en una entrevista en 2012.

Tras varios años de éxito en Cuba, Dayani se mudó a México D.F., donde lanzó “Havana Woman” con el apoyo de The Orchard Music. En 2015, tras un año sabático dedicado a su familia y a la reflexión, decidió regresar a la música inspirada por su fe.

Desde 2019, junto a su esposo Ciro Benemelis, dirige Bornagainers Music, una empresa editorial que asiste a músicos y compositores en la protección de sus creaciones a nivel mundial. A pesar de los cambios en su carrera, Dayani mantiene su amor por el pop, el género que la definió como artista y le proporcionó grandes satisfacciones.