La administración del presidente Joe Biden está preparada para anunciar nuevos cambios en la política de asilo político, lo que podría implicar una aceleración en la expulsión de inmigrantes considerados “no aptos” en la frontera de Estados Unidos.
Según fuentes cercanas al tema consultadas por el medio Político, estos cambios se centrarán en la entrevista de miedo creíble, donde se evalúa si los inmigrantes son elegibles para solicitar y recibir asilo. La propuesta consiste en aplicar nuevas normas durante esta etapa inicial de selección, lo que permitiría una expulsión más rápida de aquellos inmigrantes que no califiquen para permanecer en el país debido a riesgos para la seguridad nacional o la seguridad pública.
Actualmente, la elegibilidad para el asilo se determina mediante una evaluación de varios factores durante la entrevista de miedo creíble. Sin embargo, la nueva política propuesta buscará agilizar el proceso de expulsión al introducir criterios más estrictos desde el inicio.
Esta medida podría generar preocupación entre los funcionarios de asilo que trabajan en los puntos fronterizos, ya que el proceso de examen de miedo creíble ya lleva varias horas y la implementación de las nuevas normas podría prolongarlo aún más. Esto pondría una presión adicional sobre los trabajadores que ya enfrentan una demanda récord en la frontera.
Se espera que el Departamento de Seguridad Nacional presente la propuesta de reglamento el jueves, aunque no se anticipan “cambios radicales en la política migratoria” como la prohibición de solicitar asilo entre los puertos de entrada, una medida que ha sido considerada por la administración Biden.
En medio de las presiones dentro de su partido para actuar en la frontera, Biden busca aprovechar el fracaso de un plan bipartidista de inmigración del Senado a principios de este año para reducir la ventaja de su predecesor, Donald Trump, en las encuestas sobre fronteras e inmigración.
Sin embargo, mientras Biden enfrenta estas presiones internas, su rival político, Donald Trump, ha declarado que, de resultar ganador en las elecciones de noviembre, llevará a cabo la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos. En una entrevista con el diario Time, Trump destacó la necesidad de abordar lo que considera “una crisis migratoria insostenible para el país”, sugiriendo incluso el uso de la policía y el Ejército, así como la creación de campos de detención para inmigrantes.
