La policía cubana detuvo en el reparto José Martí de Santa Clara, en Villa Clara, a un presunto “ladrón de bancos”. La curiosa detención fue narrada por el perfil oficialista Fuerza del Pueblo, que describió cómo un custodio, al regresar de su guardia a casa, fue testigo de la aprehensión infraganti de un individuo que se encontraba “robando un banco” en la comunidad.
El banco en cuestión era de granito, según se puede apreciar en las imágenes compartidas en la publicación. Este detalle ha generado risas y comentarios jocosos entre los seguidores del perfil, debido al doble sentido que la frase “robando un banco” puede tener. “Jajaja, por banco así, solo se entiende otra cosa (banco de dinero), pero en el reparto José Martí no hay ninguno”, comentó un usuario, reflejando la confusión y el humor que la noticia provocó.
La policía logró recuperar cinco bancos que habían sido previamente sustraídos del parque. En su informe, señalaron que el joven detenido mostraba “falta de empatía e inmadurez”, características que, según ellos, lo llevaron a cometer este acto contra el patrimonio urbano. El presunto “ladrón de bancos” admitió su implicación en el delito, lo que facilitó la resolución del caso.
El robo de bancos de los parques es una práctica bastante frecuente en Cuba. La semana pasada, el humorista Rigoberto Ferrera mostró cómo van desapareciendo los asientos de hierro de un parque de La Habana, ubicado en la calle Ayestarán. Este fenómeno no es nuevo en el país, donde la carencia de recursos y el incivismo han llevado a muchos a sustraer elementos del mobiliario urbano, como mallas metálicas, tubos de parques infantiles, tablas de madera y otros objetos que pueden ser fácilmente retirados de la vía pública.
La singularidad del caso del “ladrón de bancos” de granito ha puesto de relieve una problemática más amplia sobre el mantenimiento y la preservación del mobiliario urbano en Cuba. Los actos de vandalismo y robo no solo afectan la apariencia y funcionalidad de los espacios públicos, sino que también representan un desafío constante para las autoridades y la comunidad.
