En un gesto que ha conmovido a muchos, un grupo de exalumnos cubanos decidió agradecer a su querido profesor de una manera excepcional: comprándole una casa en la isla. Este acto, que se hizo público este martes a través de las redes sociales, muestra la profunda gratitud y el respeto que estos estudiantes aún sienten por su antiguo maestro, años después de haber dejado las aulas.
El protagonista de esta historia es Fermín Évora, un destacado profesor del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) en Ciego de Ávila. Durante años, Évora dedicó su vida a la enseñanza, moldeando las mentes de jóvenes cubanos y convirtiéndose en una figura de inspiración para muchos. Este cariño y admiración se reflejaron en la decisión de sus exalumnos de darle un regalo que simboliza el aprecio por todo lo que hizo por ellos.
Según se detalla en la publicación compartida en redes sociales, el profesor Évora tuvo la oportunidad de elegir personalmente la casa que deseaba, después de haber visto varias opciones. Esta posibilidad le fue brindada gracias a la generosa colecta organizada por sus exalumnos, quienes se unieron con el propósito de homenajear a su maestro y agradecerle por las enseñanzas y valores que les inculcó durante su tiempo en la escuela.
Los exalumnos encargados de llevar a cabo esta iniciativa señalaron que el logro fue posible gracias a la colaboración de cubanos tanto dentro como fuera de la isla. Guillermo Rodríguez, uno de los exalumnos que lideró el proyecto, expresó en Facebook: “Para qué te voy a decir que fue sencillo, si aquí todos somos cubanos y sabemos lo que implica no solo reunir el dinero para tan provechoso destino final, sino la madeja de trámites y obstáculos de por medio”. Esta declaración pone de relieve las dificultades que enfrentaron para hacer realidad este noble gesto, superando las barreras que el sistema cubano suele imponer.
Rodríguez también destacó la dimensión internacional de la iniciativa, señalando que fue posible gracias a la colaboración entre cubanos que aún residen en la isla y aquellos que emigraron en busca de un mejor futuro. “Esta asociación fue internacional, featuring entre gente en Cuba y nuestros hermanos y hermanas que labraron su destino emigrando allende los mares”, agregó. Esta colaboración transnacional no solo hizo posible la compra de la casa, sino que también simboliza la unidad y el apoyo mutuo entre los cubanos, sin importar dónde se encuentren.
La publicación en redes sociales ha recibido una ola de comentarios positivos, con muchas personas aplaudiendo el gesto de los exalumnos. Algunos comentaron que este tipo de acciones son una muestra del impacto positivo que un buen educador puede tener en la vida de sus estudiantes. Madelin Díaz, por ejemplo, escribió: “Qué bello gesto, Dios los bendiga, muchas personas no entenderían esta acción, pero los cubanos sabemos lo que implica”. Otros, como Eme Milanés, añadieron: “¡Hermosas palabras dedicadas al educador, mucha salud y larga vida, a él y a todos los que apoyaron para que esta acción se hiciera realidad!”.
Sin embargo, no todos los comentarios fueron de celebración. Algunos internautas utilizaron la oportunidad para criticar al sistema cubano, argumentando que este gesto, aunque admirable, es una evidencia más de cómo el sistema castrista impide que las personas progresen por su propio esfuerzo. En lugar de tener una vivienda digna después de tantos años dedicados a la enseñanza, este profesor dependió de la generosidad de sus exalumnos para obtener una casa. La frustración de muchos se refleja en la crítica a un sistema que, según ellos, mantiene a los trabajadores en condiciones de miseria, consecuencia de los bajos salarios y la falta de oportunidades.