Lindys Pérez Felip, una cubana de 40 años, enfrenta una posible condena de cinco años de cárcel en Italia. La Fiscalía de la provincia de Monza y Brianza presentó la solicitud ante el juez, tras acusar a Pérez de drogar y robar a varios hombres con los que había concertado citas a través de plataformas online. La mujer fue arrestada en enero de este año, y los detalles de su caso han generado conmoción en los medios locales.
Acuerdo con la Fiscalía y juicio pendiente
Pérez acordó con la Fiscalía negociar una condena de cinco años, lo que podría evitarle un proceso judicial más extenso. Sin embargo, la decisión final recaerá en el juez de instrucción, quien deberá aprobar o rechazar la solicitud en una audiencia preliminar que se llevará a cabo este mes. Este juicio ha atraído la atención pública, en parte por el apodo que se le ha dado a Pérez: “la mantis cubana”.
¿Quién es la “mantis cubana”?
El apodo de “la mantis cubana” proviene de un caso anterior de una mujer italiana en Brianza, que fue condenada a 16 años de prisión por crímenes similares. Pérez es acusada de utilizar un modus operandi similar al de aquella mujer, lo que ha generado la comparación. La Fiscalía italiana la ha vinculado a al menos cinco incidentes de robo y lesiones. Según la investigación, todos los afectados eran hombres mayores, a quienes conocía en sitios de citas bajo el seudónimo de “Beatiful F”.
Modus operandi: el café con sedantes
El patrón de Pérez era siempre el mismo. Tras acordar una cita con sus víctimas, las drogaba con benzodiacepinas diluidas en café. Este potente sedante les provocaba un estado de confusión, lo que le permitía robar sus pertenencias. Los hechos tuvieron lugar principalmente en Cornate d’Adda, una localidad de la región de Lombardía, donde vivía la acusada.
Uno de los incidentes más alarmantes ocurrió el 15 de enero, cuando un taxista de 52 años sufrió un accidente de tráfico después de ser drogado por Pérez. El hombre, aturdido y desorientado, perdió el control de su vehículo y se estrelló. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la mujer le había robado 650 euros y procedió a denunciar el hecho.
Un segundo caso más grave
Otro incidente ocurrió el 26 de enero, cuando Pérez drogó a un hombre de 66 años con el mismo método: café mezclado con sedantes. El hombre, que comenzó a sentirse mal de inmediato, fue trasladado de urgencia en helicóptero al hospital San Raffaele de Milán. Este episodio evidenció la gravedad de los actos cometidos por Pérez, cuyas víctimas, en algunos casos, sufrieron daños físicos severos.
Evidencias y complicidad
Durante el registro de la vivienda donde Pérez residía temporalmente en Brianza, las autoridades encontraron importantes evidencias que la vinculan a los delitos. Los carabinieri hallaron vasos de papel y un frasco de benzodiacepinas, lo que confirmaría el modus operandi de la acusada. Al ser interrogada, Pérez afirmó que trabajaba como fisiatra en Bolivia, aunque no presentó pruebas que corroboraran esta información.
La investigación también reveló la existencia de otras tres denuncias similares, lo que sugiere que Pérez había estado actuando de manera sistemática. Una de las víctimas incluso había viajado desde Suiza para encontrarse con ella, solo para ser drogada y robada. Además, las autoridades creen que Pérez podría haber actuado con la ayuda de una cómplice, también de nacionalidad cubana, a quien se le ha visto en bares de la zona en compañía de la acusada, aunque su paradero sigue siendo desconocido.
Un caso que aún tiene capítulos por escribir
El caso de Lindys Pérez Felip sigue en proceso, y mientras el juez de instrucción decide si acepta la solicitud de la Fiscalía, los medios italianos continúan siguiendo de cerca la evolución de los acontecimientos. La “mantis cubana” se enfrenta a una posible condena de cinco años de prisión, un desenlace que podría marcar el cierre de este controvertido caso que ha dejado a varias víctimas en su estela.