Criticada por muchos y querida por otros tantos, hoy está cumpliendo 57 años la polémica presentadora y actriz cubana Edith Massola

Redacción

Edith Massola es una figura emblemática en la Televisión Cubana. Con 57 años de edad, su nombre es conocido por todos los cubanos, y su trabajo ha generado opiniones variadas: mientras muchos la aprecian, siempre existen críticos que no simpatizan con ella.

Lo que muchos quizás no sepan es que, antes de alcanzar la fama en la televisión, Massola comenzó su carrera en la danza y destacó en el cine. Su primer gran papel en la pantalla fue en la memorable película Una novia para David, donde superó en el casting a Jacqueline Arenal, quien en aquel entonces estudiaba ballet.

Este éxito cinematográfico le abrió las puertas a la televisión. Participó en programas como Sabadazo y en novelas como El año que viene, Salir de noche y Al compás del Son. Sin embargo, fue su participación en 23 y M lo que la catapultó a la fama. Massola lleva más de 20 años en el programa, y en los últimos años ha ocupado los roles de conductora y directora.

Edith asumió la conducción de 23 y M en lugar de Carlos Otero, una figura muy respetada en el ámbito televisivo. Aunque su llegada inicial no fue bien recibida por algunos sectores conservadores que la calificaron de “vulgar” y “payasa”, Massola logró darle al show un toque fresco y personal. Su estilo cercano y cómodo pronto la hizo favorita entre los invitados y la audiencia, convirtiendo su programa en un espacio muy deseado por las nuevas personalidades de la farándula.

Originaria del barrio de Los Sitios en Centro Habana, Edith ahora reside en el elegante Vedado. A pesar del cambio de vecindario, Massola reconoce que su formación en Los Sitios fue fundamental para desarrollar el estilo desenfadado que tanto gusta a su audiencia.

Durante su tiempo en el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Massola ha tenido que enfrentar críticas, como cuando un funcionario del Partido Comunista la acusó de usar siempre ropa negra como una forma de protesta. Ella explicó que su elección de vestuario era una “estrategia de comunicación” para combinar mejor los accesorios y mantener la misma base de vestuario sin que se notara.

A pesar de las críticas, Massola ha sido la única presentadora cubana en trabajar en el Canal 41 de América TV en Miami sin enfrentar una condena en Cuba. Durante su breve período en el canal, los índices de audiencia aumentaron significativamente, y Massola dejó claro que no hablaría de temas políticos, lo cual fue una de sus condiciones para aceptar el trabajo.