Desde que Idelis subió aquel video desayunando fresas “sembradas en su jardín en Cuba”, la joven no ha parado de ser el centro de atención en redes. Muchos quedaron boquiabiertos, otros no tanto, y como siempre pasa en Internet… el debate se armó.
La influencer, sin pelos en la lengua y cero estrés por las críticas, volvió a la carga con otro video donde muestra cómo es un día normal en su vida como creadora de contenido en Cuba ganando más de 100 dólares. Y sí, lo hace todo con un estilo tan rosado como una novela de Barbie en La Habana.
Desde que se despierta en un cuarto completamente rosa—sábanas, pijama, reloj y hasta la mirada soñolienta—la muchacha arranca su jornada como si estuviera en otro planeta. Entre la manteca de coco en ayunas, gomitas de vitaminas que parecen dulces y su famoso batido de fresas cultivadas por ella misma, va tejiendo ese mundo “aesthetic” que tantos comentarios ha provocado.
“Recolecté unas fresitas del jardín y me hice un batido que quedó riquísimo”, cuenta con total naturalidad mientras muestra una mesa con huevos revueltos, pan de molde y el toque de glamour que no puede faltar. ¿Qué parece sacado de Pinterest? Puede ser. ¿Qué es en Cuba? Según ella, sí.
Y la rutina sigue. Idelis se graba haciendo ejercicios con equipos que no encuentras en cualquier esquina del barrio. Luego, enseña el video promocional que le dejó 30 dólares y otro trabajito que hizo fuera de casa por el que cobró 100. Ah, y por si quedaban dudas, también muestra su iPhone (uno de los últimos modelos), su iPad y los soportes con los que graba su contenido como toda una pro.
Pero claro, no todo el mundo se come ese cuento tan fácil. Los comentarios llovieron como aguacero en agosto. “¿Eso es en Cuba de verdad?”; “¿Hija de dirigente tú eres, mi niña?”; “¿Estás adoptando? Mándame la solicitud por DM”; y uno que fue más largo pero directo: “Ese mundo rosa que muestras no representa ni al 1% de los cubanos. No es hate ni envidia, es realidad”.
Y aunque el escepticismo está fuerte, también hay quien la defiende. “En Cuba hay de todo, que tú no tengas dinero es otro problema”, escribió un usuario. “Hay gente que vive bien y gente que no, pero ¿qué culpa tiene ella?”, decía otro.
La realidad es que Idelis ha sabido aprovechar su espacio en redes, guste o no. En medio de la crisis económica y la escasez que afecta a muchos en la isla, su contenido destaca justamente por mostrar lo que parece imposible: una vida influencer, con lujos, gadgets y rutina de spa… desde Cuba.
Y ahí está su gancho: ese contraste que choca, pero no deja de atraer. Porque mientras unos dudan de la veracidad, otros simplemente no pueden dejar de mirar. ¿Será todo como lo pinta? ¿O estamos ante una nueva era de «influencers made in Cuba» con vida rosa pero polémica asegurada?