En plena noche del viernes, cuando buena parte de Cuba se encontraba a oscuras por otro de esos apagones interminables que ya son parte del paisaje, una imagen llamó la atención en El Vedado: la Embajada de Estados Unidos en La Habana seguía con algunas luces encendidas. Eso bastó para que Pedro Lizardo Garcés Escalona, presidente del Consejo Popular de La Rampa, soltara una crítica pública que ha hecho ruido en redes.
Desde su cuenta de Facebook, Lizardo lanzó una directa bien cargada contra el embajador Mike Hammer. “¿Autoapagón pa’ usted no hay? Entonces, señor Hammer, ¿usted está con los cubanos o no?”, soltó el dirigente, visiblemente molesto por lo que consideró una falta de empatía con la situación del pueblo.
El mensaje vino acompañado de fotos que muestran el edificio diplomático estadounidense con su valla exterior iluminada y algunas oficinas con luces prendidas. Aunque no era un derroche de electricidad, en medio de un apagón generalizado, hasta una bombilla se convierte en provocación.
Una queja que llega en plena crisis energética
El reclamo de Lizardo no surge de la nada. En las últimas semanas, Cuba ha estado sumida en apagones que duran hasta más de 20 horas, y el descontento se ha hecho sentir en las calles. Santiago, Bayamo, Cienfuegos… la gente está explotando, con cazuelas en mano y gritos de “¡corriente y comida ya!”.
La respuesta del gobierno ha sido la de siempre: cortar el internet, callar las protestas y criminalizar el desahogo popular. Pero cada vez son más los que se atreven a decir lo que antes solo se murmuraba, incluso dentro del propio sistema.
¿Un dardo disfrazado de invitación?
El mensaje de Lizardo también podría leerse como una reacción a la postura reciente del embajador Hammer, quien ha estado mostrándose muy activo en su acercamiento al pueblo cubano. En las últimas semanas, el diplomático ha sostenido encuentros con activistas, familiares de presos políticos y ciudadanos comunes, escuchando de primera mano las historias que el régimen intenta silenciar.
“Quiero hablar con quien quiera hablar conmigo”, dijo Hammer en un video grabado en las mismas calles donde muchos ya no tienen ni luz para ver por dónde caminan.
Desde Miami, el mismo viernes del comentario de Lizardo, Hammer declaró que “la revolución ha fracasado”, una afirmación que encendió aún más los ánimos en la cúpula cubana. Como era de esperar, la reacción oficial no se hizo esperar: lo acusaron de mentir y de meterse donde no lo llaman.
Luces encendidas en la embajada, pero apagadas en los hogares
Lo que para muchos no pasa de ser un detalle técnico o de seguridad, para otros se ha convertido en símbolo de desigualdad y desconexión. Y es que, mientras miles de cubanos cocinan con leña, duermen empapados de sudor y ven cómo sus alimentos se echan a perder sin refrigeración, el más mínimo gesto puede sentirse como una bofetada.