En pleno municipio Playa, justo donde cruzan las calles 31 y 66, amaneció un mensaje que sacudió la tranquilidad aparente del oeste habanero. En letras amarillas y bien grandes, alguien estampó en la pared la frase “Canel asesino”, dejando claro que la indignación no se guarda más puertas adentro.
La denuncia, que corrió como pólvora por redes sociales, fue publicada este martes por la página independiente La Kinkalla TV, quien compartió un video donde se ve a dos personas —con la cara bien seria— borrando el grafiti bajo el apuro de la madrugada, como quien trata de esconder un crimen.
Según el perfil, el cartel apareció bien alto, en un muro cerca de esa transitada esquina habanera, provocando asombro entre los vecinos y agitación entre los represores del barrio. Muchos interpretan esta pintada como una respuesta directa al tarifazo de ETECSA, esa subida de precios que ha dejado a medio país desconectado y al borde del colapso digital.
En el video no solo se ve el intento de tapar la consigna, también se capta una pareja vestida de civil, al lado de una moto Suzuki —sí, de esas que ya en Cuba todo el mundo asocia con los agentes del MININT, aunque anden sin uniforme.
Estas expresiones públicas de rebeldía no son cosa de todos los días en una Cuba tan vigilada, pero desde el estallido del 11 de julio de 2021 han ido apareciendo más carteles, grafitis y mensajes que le gritan en la cara al poder que ya no hay tanto miedo como antes.
Esta pintada se suma a otras escenas parecidas que han sacudido el panorama cubano en los últimos años. En marzo pasado, en Matanzas, también brotaron frases como “Díaz-Canel singao”, tras protestas encendidas por los apagones y la desesperanza que no afloja.
Desde el 2021, con la crisis cada vez más dura y el bolsillo cada vez más vacío, volvió a tomar fuerza el reto espontáneo “pinta tu pedacito”, donde la calle se convierte en lienzo para el desahogo y la resistencia. Aunque saben que se la están jugando, muchos jóvenes y activistas eligen dejar su marca en muros, postes o bancos de parque, dejando claro que el silencio no es una opción.
Y como era de esperarse, el régimen reacciona con furia. Apenas aparece una pintada incómoda, la borran con rapidez militar y se lanzan a buscar a los autores como si fueran terroristas. Para ellos, esos trazos no son simples palabras, sino pruebas de que el miedo ya no paraliza igual que antes.
Mientras tanto, en el universo paralelo del internet cubano, los memes siguen haciendo de las suyas. Esta semana, tras la aparición de Díaz-Canel en su podcast oficial Desde la Presidencia, defendiendo con cara seria el tarifazo de ETECSA, un video humorístico del creador Los Memes de Luis se volvió viral. La pieza, que ya pasa los 10.000 likes en Facebook, mezcla frases del mandatario con comentarios de sus fieles en Río Cauto, creando una parodia difícil de superar.
Durante su intervención, el gobernante aseguró que el sistema de telecomunicaciones estaba al borde del colapso, y no descartó un apagón total de internet si la cosa se seguía complicando. Además, lanzó uno de esos discursos donde culpa a una supuesta campaña extranjera que promueve el “cero recarga, cero remesas, cero viajes”.
Pero lo que para él es «intoxicación mediática», para el cubano de a pie es el pan nuestro de cada día. Por eso, el humor se ha convertido en la forma más poderosa de resistencia, y Díaz-Canel, con frases ya célebres como “yo me erizo” o “tenemos problemas, pero los podemos resolver”, se ha ganado a pulso su lugar como blanco favorito de las redes sociales dentro y fuera de la isla.
En la calle, en las redes y hasta en las paredes, el mensaje es claro: el pueblo está hablando. Y lo está haciendo a gritos.
