La ternura volvió a invadir el perfil de la influencer cubana Claudia Artiles, y esta vez fue gracias a su pequeño Marlon, quien comenzó su primer día de clases. Sí, ese momentazo que toda mamá vive con nervios, emoción y hasta alguna lagrimita, ella lo compartió paso a paso, dejando a sus seguidores con el corazón blandito.
Desde el primer “¡buenos días!” hasta el beso de despedida en la escuelita, Claudia lo documentó todo. Se vio cómo lo despertó con cariño, lo vistió, le preparó su mochilita y lo acompañó con una sonrisa, aunque por dentro —seguro— se le estaba apretando el alma. Marlon, con apenas dos añitos, sorprendió a todos corriendo feliz hacia su nueva aventura sin mirar atrás. “Es un niño que no llora, para nada”, comentó su orgullosa mamá mientras lo mostraba con su mochilita lista y cara de explorador.
Y como era de esperarse, el video fue un éxito total. Las reacciones no se hicieron esperar y la gente empezó a volcarse en los comentarios con puro cariño. “Este es el contenido que te hizo ganarte el corazón de la gente”, le escribieron. Otros mensajes decían: “Tan bello ese niño”, “Dios lo bendiga siempre”, o incluso “Mujer luchadora, madre ejemplar. Te mereces todo lo bonito”. Un verdadero baño de amor.
Muchos aprovecharon para compartir cómo vivieron ellos ese primer día de escuela con sus hijos o nietos, y más de una mamá admitió haber llorado más que el propio niño. Otros, simplemente, agradecieron que Claudia siga mostrando su lado más humano y real: sin filtros ni poses, solo una madre orgullosa acompañando a su hijo.
Como siempre, no todo fue miel sobre hojuelas. En cualquier publicación viral, aparecen algunas críticas —que si por qué lo expone, que si es mucho— pero, sinceramente, los mensajes positivos se los comieron con papas. Lo que más resaltó fue esa conexión sincera entre madre e hijo, que traspasó la pantalla y tocó a miles.
En resumen, Claudia volvió a hacer lo que mejor sabe: mostrarse tal como es. Y en esta ocasión, acompañada de su “principito”, logró que sus seguidores se sintieran parte de un momento único. Marlon no solo empezó su jornada escolar, sino que también se ganó un ejército de tías y tíos virtuales que ya lo adoran.