La repartera cubana Musteerifa decidió lanzarse “a la piscina” —literal y figuradamente— con su nuevo videoclip, y vaya que causó revuelo. En solo unas horas, el adelanto que publicó en sus redes explotó con miles de reacciones, tanto de fanáticos emocionados como de críticos que no se aguantaron ni un segundo para disparar su opinión.
¿La escena principal? Musteerifa en plena piscina, vestida como toda una jefa, rodeada de modelos en bikini que no escatiman en poses sensuales y energía veraniega. El video grita “libertad, fiesta y atrevimiento” por cada poro… o eso creen sus seguidores más fieles. Los más conservadores, en cambio, ya están pidiendo agua bendita.
Lo curioso es que, aunque ella está completamente vestida y mantiene su estilo irreverente como marca personal, la atmósfera del clip está cargada de una sensualidad evidente. Algunos aplauden esa mezcla de poder femenino, flow urbano y provocación. Pero otros no tardaron en señalar que todo se reduce al mismo combo de siempre: bikinis, perreo y escándalo.
Y si las imágenes ya estaban dando de qué hablar, la letra del tema terminó por encender la llama. Las frases picantes y sin filtros que se escuchan en el adelanto dejaron claro que Musteerifa no está buscando hacer baladas románticas. No faltó quien dijera que la canción es demasiado explícita para los fans más jóvenes que la siguen, y que ya cruzó la línea entre lo atrevido y lo vulgar.
Los comentarios se dividieron como el Mar Rojo. De un lado, los fans incondicionales: “¡Esto es fuego puro!”, “Ella sí sabe cómo encender la pista”, “Mi respeto pa’ esa mujer”. Del otro, los decepcionados: “¿Otra vez mujeres encueras y lo mismo?”, “Ya me cansé de la misma fórmula”, “Eras original, pero esto fue un bajón”.
Algunos incluso se lo tomaron personal: “Era fan tuya, pero ya la cagaste”, escribió uno. Otro, más poético, la llamó “preescolar acuático”. Y también hubo quienes, entre la crítica y la burla, lamentaban la falta de referentes positivos: “Esos niños en vez de estar en la escuela… están viendo esto”.
Lo cierto es que Musteerifa, como ya es costumbre en ella, no ha dado declaraciones. Nada de excusas ni explicaciones. Al parecer, prefiere dejar que su arte, su estética y su letra lo digan todo por ella. Porque si algo ha dejado claro esta artista es que no le teme al escándalo, ni mucho menos a mojarse en una piscina llena de polémicas.
¿Estrategia de marketing o simplemente autenticidad sin filtros? Sea como sea, Musteerifa volvió a lograr lo que muchos intentan sin éxito: que todos hablen de ella.