Orlandito, un cubano que sueña ser famosos con sus pinturas hechas con sus pies

Redacción

Updated on:

Orlandito, un cubano que sueña ser famosos con sus pinturas hechas con sus pies

Cuando Orlando Romero Sixto nació hace poco más de 20 años los médicos le detectaron artrogriposis y pie equinovaro por lo que a lo largo de su vida ha tenido que pasar en siete ocasiones por el quirófano. Sin embargo, jamás se ha visto a sí mismo como un minusválido, sino que se considera como un joven cubano más y lucha por abrirse paso en la vida a base de esfuerzo y talento.

Con sus flexibles pies, Orlando ha aprendido a pintar y a dominar un balón de fútbol horas enteras sin dejarlo caer.

Toda forma parte de una conclusión a la que llegó hace mucho tiempo: Los discapacitados tienen dos opciones en la vida, renunciar a todo o seguir luchando. El escogió la segunda. Si no podía pintar con las manos lo haría con los pies; sino podía jugar al fútbol como los demás jóvenes, dominaría el balón mejor que ninguno.

Desde su arribo al mundo, se la ha pasado entre hospitales y clínicas de rehabilitación.

Con sólo 16 años estableció un récord de tres horas y veinticinco minutos sin dejar caer el balón. Para que sus récords sean tomados en cuenta el joven exige que asistan los funcionarios del INDER cada vez que se presenta en algún lugar, pero estos no le han hecho nunca demasiado caso.

Pero no sólo al deporte se ha dedicado este joven, las paredes de su apartamento cercano a la Terminal de Ómnibus de Santa Clara están decorados con muchos cuadros que ha pintado con sus pies.

Esta pudiera ser su profesión definitiva, una acorde a sus limitadas capacidades físicas; pero choca con la escasez de materiales y los obstáculos de la burocracia en Cuba. Para poder obtener esos materiales tendría que hacerlo a través del Fondo Cubano de Bienes Culturales y ese permiso sólo pueden obtenerlo en la Isla los que son graduados de la Academia.

Las paredes de su casa están adornadas con retratos casi fotográficos de amigos, miembros de su familia y réplicas de cuadros famosos.

También tiene prohibido comercializar su obra. Ha enviado la solicitud para poder hacerlo, pero sólo le han respondido que “no están aceptando a nadie por ahora”.

Aún así, Orlando no se cansa de luchar. Él ha escogido no rendirse ante su discapacidad y será consecuente con esa decisión toda su vida.