El Templete, un restaurante cubano que te dejará el estómago lleno y el bolsillo vacío

Redacción

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Justo en frente de la Bahía Habanera, a tan solo metros de donde se cree se fundó la Villa de San Cristóbal de La Habana en 1519, se encuentra el Templete. Este restaurante español es toda una rareza dentro del panorámico gastronómico cubano, ya que puede competir incluso con las alternativas del incipiente sector privado. Eso sí, hay que amarrarse bien el cinturón con los precios.

El Templete apuesta por una sólida cocina elaborada con productos de temporada y de calidad. Entre sus bondades, se encuentran platillos de altísima elegancia y creatividad. Tomando los productos cubanos como referencia para sus interpretaciones.

Entre sus propuestas pueden encontrarse las angulas, el pulpo a la gallega, los camarones al ajillo y las croquetas caseras de jamón y pescado.

A su vez, para muchos El Templete es uno de los mejores restaurantes de La Habana en cuanto a las recetas que incluyen productos provenientes del mar. En él, se maneja una materia prima de lujo que se trata con el mayor de los mimos a la hora de llevarla a la parrilla.

En su carta pueden encontrarse algunos pescados poco habituales. Tal es el caso del lenguado y el mero.  Por no mencionar al mahimahi, con el que llevan varios años logrando excelentes resultados.

Es el restaurante predilecto de la embajada española, que incluso suele reservar una mesa en el comedor interior.

Si el tiempo lo permite es recomendable sentarse en la terraza, la cual se encuentra cobijada entre los portales, desde la que se puede apreciar a plenitud las panorámicas vistas de la bahía y el puerto.

La popularidad del Templete ha sido ganada gracias a una cocina llena de sofisticación y maestría, llegando a ser considerada como una de las más recomendables de toda la capital.

Se puede deleitar el paladar con cocina mediterránea, tapas, un coctel y sobre todo disfrutar del privilegio de degustar excelentes propuestas gastronómicas desde la zona más antigua de la ciudad.

Puede que la visita llegue a crear perturbaciones en los bolsillos de los comensales, pero de seguro que disfrutará al máximo durante una visita al Templete.