El humorista cubano Marcos García, conocido también como “El hijo de Teresa”, se ha sumado a la algarabía que ha provocado el reciente anuncio de la entrada en vigor de la tarea de ordenamiento monetario en Cuba y los efectos colaterales de esta en la población.
Tras el anuncio realizado el pasado jueves por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, en una intervención especial en televisión que mantuvo en vilo a todos los cubanos durante el día por el halo de misterio que rodeó la escueta nota publicada en varios de los medios oficiales, que avisaron que se daría información importante al pueblo cubano luego de concluir la emisión estelar del Noticiero Nacional de la Televisión cubana, no han sido pocos los que ya se han empezado a devanar los sesos al meter lápiz al asunto y comprobar que van a tener que amarrarse los pantalones con la subida de precios como resultado de la eliminación de gran parte de los subsidios que hasta el momento el estado proporcionaba.
Marcos, por su parte, plasmó sus consideraciones en una publicación en sus redes sociales, en la que consideró que más que una tarea de ordenamiento monetario, la repentina noticia buscaba desviar la mirada una vez más de los acontecimientos relacionados con el Movimiento San Isidro.
A continuación, reproducimos íntegramente las palabras del Hijo de Teresa.
LA GENTE CREE que ayer en Cuba se anunció lo que tanto se esperaba: el final del CUC.
Y efectivamente, se dijo eso, pero en mi opinión, se ha dado la orden solapada para que hagamos memes de otra cosa, incluso de Raúl, con tal de olvidar ese escándalo que ya se estaba tornando noticia internacional sobre la represión al Movimiento San Isidro, las detenciones forzosas de periodistas independientes y sobre todo, lo más escandaloso: el reclamo de los artistas (esos osados intelectuales) que se atrevieron a exigir dialogo y respeto a la libertad de expresión por parte de las autoridades.
La comparecencia especial de Miguel Diaz Canel ayer junto a un Raúl posando como si fuera una rifa por fin de año, ha sido breve. Como un disparo.
Se acabó el asunto de San Isidro. Ya en Cuba no se hablará más de otra cosa al menos hasta año próximo. El rapero Denis continuará en la cárcel. Los periodistas independientes continuarán sufriendo la ilegal prohibición de salir de sus casas cada vez que se le antoje a la PNR. Los llamados opositores o disidentes seguirán siendo detenidos arbitrariamente y nadie, absolutamente nadie va a hablar de eso.
La noticia pues, será otra: Desde ahora y hasta nuevo aviso, en toda Cuba la gente buscará la forma de cambiar los CUC por dólares. Y fin del problema.
Ya lo dijo quien lo dijo: Todos los carneros del mundo no pueden estar equivocados. Vayan aprendiendo a comer hierba, que lo que viene será peor, pero no quisieron darse cuenta.
DIVIDIERON Y VENCIERON.
Ojalá que todos los cubanos tengan un feliz fin de año.
A Marcos le persigue el apodo de “El hijo de Teresa” desde pequeño. Su mamá, una persona muy dominante, era la costurera más famosa del populoso barrio habanero de La Timba.
Pero Marcos es un viejo conocido del público gracias al proyecto de coleccionar carteles y letreros, un tanto ridículos o sugerentes.
