Tras los reiterados intentos de cruces de inmigrantes por la frontera entre Polonia y Bielorrusia, se se ha agudizado la crisis migratoria en esta zona. Entre los flujos masivos se encuentran los ciudadanos procedentes de Cuba.
En un breve video que ha circulado en medios de prensa independiente se escucha a un joven cubano decir: “Tía, aquí estamos botados en la selva de Bielorrusia. Nos viraron de Polonia porque nos metieron presos, y nos viraron para acá y aquí nos entraron a golpes y estamos con tremendo frío y llevamos aquí 7 días sin comer. Por favor, necesitamos ayuda”.
A pocos metros de la alambrada levantada por el Gobierno polaco, se encuentran entre 800 y 1.000 personas acampando en varios puntos.
La mayoría de los viajeros irregulares constituyen kurdos del norte de Irak y sirios, quienes desean dejar atrás países arrasados por décadas de guerra. También destaca la presencia de yemeníes y cubanos, y otras nacionalidades llenan el resto de las capacidades en la ocupación.
Al menos una decena de individuos ha fallecido en los últimos dos meses a causa del frío y de las pésimas condiciones de los asentamientos, según datos divulgados por la agencia EFE.
Este miércoles, las autoridades de Polonia fortalecieron la vigilancia en la frontera con Bielorrusia, en función de prever nuevos y mayores intentos de cruces masivos por parte de inmigrantes irregulares, en lo que tildaron de “crisis política”, la cual está supuestamente potenciada por el presidente Alexandr Lukashenko para desestabilizar a la Unión Europea (UE).
En este sentido, Polonia mantiene a 15.000 efectivos, entre militares, Guardia Fronteriza, policías y reservistas, desplegados en la frontera con Bielorrusia. En los alrededor de 200 municipios polacos fronterizos con la nación europea, permanece vigente el estado de emergencia, y se ha prohibido totalmente el acceso de civiles a las zonas más conflictivas desde el martes por la mañana hasta nuevo aviso.
El Gobierno de Varsovia ha denunciado en varias ocasiones que, con el propósito de desestabilizar a la Unión Europea, su homólogo bielorruso, alineado a la estrategia rusa, facilita el trayecto migratorio a personas desde países como Irak, Afganistán o Siria, incitándoles a trasladarse a la frontera polaca.
Angela Merkel, canciller alemana en funciones, dijo que el comportamiento del Gobierno de Minsk es “inhumano” e “inaceptable” durante una conversación telefónica con Vladímir Putin, por lo que pidió al mandatario ruso que haga valer su influencia sobre la administración de Lukashenko.
La frontera bielorruso-polaca supera los 400 kilómetros, y forma parte de la frontera de la Unión Europea con Bielorrusia. Comienza desde el triple cruce de las fronteras con Lituania en el norte y se extiende hasta el triple cruce con Ucrania al sur.
