Desde julio de 2021, cientos de ciudadanos cubanos han salido a las calles para exigir la renuncia del presidente Miguel Díaz-Canel debido a problemas que los aquejan como el mal manejo de la crisis sanitaria causada por el COVID-19. Pero a pesar de los intentos pacíficos de protesta, las autoridades han reprimido las marchas de forma violenta.
Ante esto, un grupo de opositores convocaron a una nueva marcha pacífica el próximo 15 de noviembre, pero el gobierno cubano ha iniciado una serie de acciones para evitar que los ciudadanos salgan a las calles de toda la isla; aquí te explicamos las razones detrás de las protestas y todo lo que está pasando en Cuba.
Cuba protesta por cambio político
El pasado 11 de julio, miles de personas salieron a las calles de Cuba para exigir la renuncia del presidente Miguel Díaz-Canel, quien tomó el poder luego de que Raúl Castro, el último líder de la dinastía, anunciara su retiro de la política.
Los manifestantes se lanzaron a las calles de La Habana y otros puntos de la isla para protestar por el desabastecimiento, los elevados precios de alimentos y medicamentos, además de la falta de respuesta de las autoridades ante la crisis sanitaria derivada de la pandemia por coronavirus.
Las protestas fueron consideradas como las más grandes en la historia reciente de la isla, pero el gobierno las reprimió violentamente, dejando un saldo de un muerto, al menos 250 heridos y a más de mil 200 líderes opositores detenidos de manera injustificada.
Activistas convocan marcha pacífica el 15 de noviembre
Ante los problemas humanitarios y económicos, un grupo de activistas han llamado a una marcha pacífica, a través de la plataforma cívica Archipiélago, para exigir un cambio en el gobierno, el cese de a violencia, el respeto de los derechos humanos, la liberación de los presos políticos y la llegada de la democracia al país.
En un hecho sin precedentes, los opositores pidieron permiso a las autoridades para realizar la protesta; sin embargo, fue negado debido a que la consideran una ‘provocación’ y medio para desestabilizar a la sociedad.
A través de un comunicado, el Gobierno cubano notificó a todos los habitantes de la isla que si salen a las calles el 15 de noviembre, incurrirán en delitos como desobediencia, manifestación ilícita y provocación, por lo que, de ser detenidos, serán juzgados fuertemente.
Díaz-Canel asegura que Estados Unidos está detrás de todo
Y aunque el Gobierno dio a conocer las medidas que se tomarán para evitar las marchas en toda la isla, el grupo de activistas se mantiene firme para realizarlas, por lo que el presidente no dudó en asegurar que Estados Unidos está detrás de ellas y que son los principales culpables de la crisis que se vive en Cuba, pues el bloqueo económico por su parte ha traído consigo la falta de alimentos y otros productos de necesidad básica.
Tanto los voceros de la Casa Blanca, como los organizadores de la marcha negaron el financiamiento de Estados Unidos para la marcha, pero la administración de Joe Biden advirtió que podrían adoptar nuevas sanciones en contra de Cuba en caso de reprimir a quienes se manifiesten el 15 de noviembre.
Además, Biden alentó a los cubanos a protestar, aumentando la tensión política que viven ambos países desde hace varias décadas.
Ahora, con el apoyo del presidente de Estados Unidos, los organizadores de la marcha mantienen sus planes para el próximo 15 de noviembre con la posibilidad de que ocurra algo determinante para el futuro de Cuba y sus habitantes.
