Rodrigo Álvarez Cambras, la leyenda viva de la Ortopedia en Cuba

Redacción

Rodrigo Álvarez Cambras

El Dr. Rodrigo Álvarez Cambras es toda una leyenda viva dentro de la medicina en Cuba, específicamente por haber dedicado su vida al desarrollo de la Ortopedia en la Isla y por convertir el Hospital Ortopédico Frank País en un centro de referencia de esta especialidad a nivel mundial.

Todo comienza para él hace más de 50 años, cuando el entonces primer ministro de Cuba, Fidel Castro, lo monta en un jeep militar y lo lleva a las viejas instalaciones de la Organización Nacional de Rehabilitación de Inválidos [ONRI], un pequeño hospital en Marianao y le encomienda la construcción del hospital ortopédico más grande de Cuba y de toda América Latina.

EL Hospital Ortopédico Frank País que se levantó en el lugar bajo la guía del por aquel entonces joven Dr. Rodrigo Álvarez Cambras, llegó a convertirse en un enorme complejo hospitalario con 677 camas dedicadas a la cirugía ortopédica, traumatológica, reconstructiva y rehabilitadora del sistema óseo, neurológico y articular. Actualmente, radica en él la Escuela Iberoamericana de Ortopedia y Traumatología.

Está considerado entre los progenitores de la traumatología en el país

Rodrigo Álvarez Cambras nació en Dulce, en Candelaria, Pinar del Río el 22 de diciembre de 1935. Su madre se traslada a La Habana para dar a luz por estar embarazada de mellizos y el parto pronosticaba ser difícil. Tan complicado fue que la hermana de Álvarez Cambras no logró sobrevivir.

Su padre se empeñó siempre en que fuera ingeniero; idea que motivó al joven durante su niñez y adolescencia. Sin embargo, cuando este fallece de tuberculosos, Rodrigo decide convertirse en médico para salvar a sus semejantes de tan devastadora enfermedad.

En 1952 comienza sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana, pero no puede concluir sus estudios al ser cerrado dicho centro. Como muchos otros estudiantes de aquel tiempo se opuso al gobierno de Fulgencio Batista e incluso llegó a ser herido durante una manifestación. A raíz de esto, es trasladado al Hospital Calixto García para recibir atención médica y es allí, cuando ve a los doctores atendiendo su fractura, cuando decide especializarse en Ortopedia.

Es dueño de la colección de pinturas más grande fuera de Ecuador del pintor Oswaldo Guayasamín

Cuando triunfa la Revolución cubana, Rodrigo Álvarez Cambras comienza a desempeñar varios cargos políticos y administrativos hasta que, en 1964, decide retomar sus estudios y se gradúa como médico.

Posteriormente es enviado a Santiago de Cuba a formar parte del servicio médico rural y luego regresa a La Habana para asumir la dirección Instituto de Ortopedia de La Habana.

En 1965, Álvarez Cambras viaja al Congo para prestar ayuda al comandante Ernesto Guevara. Allí adopta el nombre de guerra de Kiko.

Fidel lo envía luego a Francia para que perfeccione su preparación como ortopédico y tras su regreso a la Isla es cuando le orienta la construcción de lo que luego sería el Hospital Ortopédico Frank País.

Ha sido reconocido con incontables órdenes, medallas y nombramientos

Una de sus innovaciones más famosas fueron los fijadores externos conocidos como RALCA, que responden a su nombre y sus apellidos (vaya ego), los cuales logró tas su regreso de Francia, donde pasó varios años trabajando.

Su idea era hacer hacer un fijador universal que sirviera a todas las patologías en ortopedia: que fuera reductor de fractura, estabilizador, también compresor…

Con un amigo tornero, comenzó haciendo los primeros prototipos, hasta crearse toda una fabrica para su producción, los cuales hoy se usan en 54 países alrededor del mundo.

En La Habana se han hecho más de 250 000 operaciones con fijadores externos, desde los años 70, 71 para acá, y otras 200 000 en diferentes hospitales del país.

Sus fijadores RALCA son utilizados en más de 50 países

Entre los apuntes menos conocidos sobre su vida se encuentra el viaje relámpago que hizo junto a un equipo soviético de médicos a las zonas de combate de Afganistán, donde recomendó que los heridos recibiesen atención médica en Cuba. Además, tuvo vínculos con el dictador iraquí Sadam Hussein a quien atendió y operó de una grave dolencia en la columna vertebral.

Con su talento y dedicación, Rodrigo Álvarez Cambras ha llegado a convertirse en uno de los médicos más populares de Cuba. Por sus manos, han pasado 8 presidentes e incontables primeros ministros, príncipes y destacadas figuras del deporte y el arte.