La empresa estatal Empresa Extrahotelera Palmares ha cambiado algunos precios en sus instalaciones en Sancti Spíritus después de recibir críticas en las redes sociales y en los medios oficiales. Según el periódico Escambray, en algunos establecimientos de Palmares los precios todavía son elevados, pero en otros, los nuevos precios son bien recibidos por los clientes que siempre han apreciado la calidad de las ofertas.
El Ocio Club de Trinidad es mencionado como un ejemplo, donde los precios en el menú han cambiado y son más asequibles. Según el administrador del centro recreativo, la principal preocupación es garantizar el acceso a los clientes, que en su mayoría son niños. Por esta razón, han dejado de trabajar con algunos proveedores estatales para controlar los costos y asegurar las ventas.
El periódico intentó contactar a los directivos de Palmares para obtener una explicación sobre las medidas adoptadas en relación a los precios, pero no fue posible.
La inflación no solo afecta la recreación y la comida fuera de casa. Un producto básico como el arroz ha alcanzado un precio de 130 pesos en el mercado informal en Sancti Spíritus. Debido a la falta de arroz para su comercialización y la imposibilidad de completar los cronogramas de siembra, la población todavía está esperando un milagro que reduzca el precio del alimento.
El coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno en Sancti Spíritus calificó la situación como crítica. Dijo que el arroz que se compra a los campesinos no es suficiente para satisfacer la demanda de la población, por lo que se decidió concentrar la venta controlada en los municipios más poblados de Sancti Spíritus y Trinidad. Además, no se espera una mejora en el futuro, ya que no hay suficiente alimento para vender de manera liberada, sistemática y estable. Por lo tanto, se ha suspendido la comercialización en las Ferias Agropecuarias con el objetivo de llevar a los mercados lo poco que se acopia.
García Hernández mencionó la posibilidad de retomar el movimiento de siembra de arroz popular, como sucedió hace unas décadas, para complementar el autoconsumo familiar y la entrega del excedente a la población.
