El desafío de alquilar una vivienda en La Habana para jóvenes

Redacción

La Habana es una ciudad que cautiva a muchos jóvenes cubanos, pero para ellos, encontrar una vivienda que se ajuste a sus necesidades y a sus bolsillos se ha convertido en un verdadero desafío. De hecho, la mayoría de los alquileres en la capital superan los 5000 pesos, según el medio oficialista Cubadebate.

Alejandro, un joven graduado de la Universidad de La Habana, compartió su experiencia en la búsqueda de una vivienda. “Casi ningún alquiler baja de 5000 pesos. No sé qué voy a hacer. Sigo buscando pero me estoy quedando sin tiempo porque antes del día 7 debo salir de donde vivo y no tengo donde quedarme. Estoy volviéndome loco”, dijo.

Para muchos jóvenes cubanos, el alquiler se ha convertido en una carga financiera muy pesada. “Un mes el alquiler te cuesta un premio y al otro te aumentan 1000 pesos más como si nada. Siempre es lo mismo, dicen que ‘la cosa está mala’ o que ‘el dinero no alcanza’, pero suben y suben los precios”, se quejó Alejandro.

Según el Anuario Estadístico de 2021, el salario medio mensual en las entidades estatales y mixtas es mayor en provincias como La Habana y Holguín. Sin embargo, muchos recién graduados en empresas estatales tienen salarios que oscilan entre 2810 y 3465 pesos mensuales, lo que dificulta aún más el acceso a una vivienda digna.

“Ese sueldo ‘se minimiza’ si se compara con el costo de los alquileres. En una revisión del portal online Revolico se puede apreciar que en la capital del país los precios oscilan entre 5000 pesos mensuales (en municipios como Guanabacoa), hasta 20 000 pesos en Centro Habana o la astronómica cifra de 300 USD en lugares como Playa”, señaló Cubadebate.

Milagros, una joven alquilada en La Habana junto a su esposo, contó su experiencia. “Hemos tenido bastante suerte porque llevamos dos años en el mismo lugar. Pagamos 5000, una cifra que, comparada con el precio de los otros, está bastante bien. Primero, eran 4000 y luego me lo subieron”, dijo.

Sin embargo, Milagros vive con el miedo de que en cualquier momento los dueños de la vivienda decidan aumentar el alquiler o que se cansen de alquilar.

“Eso sería imposible por nuestros salarios porque ambos trabajamos para el sector estatal. De hecho, 5000 es mucho más que mi salario. Vivimos cohibidos y además debemos apretarnos más en la economía para pagar los 5000 pesos y suplir todas las necesidades de alimentación, aseo, transporte. Económicamente es duro”.