Gobierno cubano reconoce que tiene detenida la producción de intimas sanitarias en el país desde enero “por falta de materias primas”

Redacción

La fábrica Mathisa, ubicada en Sancti Spíritus, ha tenido que suspender su producción desde finales de enero debido a la escasez de materias primas, en particular el polietileno utilizado para revestir una de las caras de las almohadillas sanitarias y hacerlas impermeables.

Según el director de la fábrica, Ángel Pozo González, en declaraciones al periódico oficialista Escambray, todas las materias primas que utilizan son importadas y tuvieron dificultades de financiamiento en los primeros meses del año. Sin embargo, se han logrado concretar las negociaciones con los proveedores y se espera recibir los recursos necesarios de manera escalonada a partir de julio, provenientes de mercados tan distantes como México y Finlandia.

A pesar de estas proyecciones optimistas, es probable que haya una persistente escasez de las almohadillas Mariposa, que normalmente se comercializan en las farmacias estatales. La cantidad a cumplir este año es mucho menor que la producción tradicional de la fábrica, que solía fabricar entre 10 y 14 millones de paquetes. Esto podría generar dificultades para satisfacer la demanda en su totalidad.

El director de la fábrica señaló que antes de detener la producción, lograron fabricar 560,000 paquetes en enero, una cifra cercana a la planificada para el primer trimestre. Sin embargo, se agotaron las existencias de materia prima almacenadas debido a la escasez del producto, ya que intentaron acelerar los ciclos de entrega. Aunque la distribución está a cargo de Encomed, no hay disponibilidad del producto en este momento.

La fábrica de Sancti Spíritus abastece a las provincias desde Matanzas hasta Las Tunas y produce seis variedades de las almohadillas Mariposa, dos de las cuales se destinan a la venta en farmacias, mientras que las otras se ofrecen a través del comercio electrónico de las cadenas de tiendas Caribe y Cimex.

En julio del año pasado, las autoridades cubanas culparon al embargo de Estados Unidos por afectar la producción de almohadillas sanitarias en el país. La fábrica de Sancti Spíritus depende de la llegada de insumos contratados con proveedores de países como España, Finlandia, China y México, lo que encarece su costo. Cabe destacar que esta fábrica es la única de su tipo en la región central de Cuba.