Estudio confirma que Cuba tiene el internet más lento y más caro del mundo

Redacción

Cuba se encuentra en una posición desfavorable en cuanto a la velocidad de internet, siendo catalogada por el Speedtest Global Index como las más lentas a nivel mundial, con una velocidad promedio de apenas 7,21 Mbps. Esta situación dificulta enormemente actividades cotidianas como la descarga de contenido multimedia o la navegación eficiente por internet.

La conectividad deficiente en la isla no solo representa un desafío para los usuarios, sino que también actúa como una barrera para el progreso económico y social. La limitada capacidad de conexión frena el desarrollo de emprendimientos digitales, la implementación de educación en línea y la integración de Cuba en la economía global de la información.

El control estatal sobre las telecomunicaciones, ejercido por la empresa ETECSA, limita la competencia y la inversión en mejoras de infraestructura. A esto se suman las sanciones económicas y las restricciones políticas que dificultan la modernización tecnológica y el acceso a servicios internacionales, manteniendo al país con tecnología de conexión desactualizada.

La ausencia de inversión en tecnologías avanzadas de conexión, como la fibra óptica y las redes 4G o 5G, es un factor clave en la lentitud del internet. Además, las políticas de censura y control de contenido en línea exacerbadas por el gobierno agravan aún más la situación, limitando las opciones de los cubanos para acceder al mundo digital.

A pesar de contar con una de las velocidades de internet más bajas, el costo del servicio en Cuba es considerablemente alto en comparación con otros países de la región. Para conectarse a internet, los cubanos deben adquirir una tarjeta de ETECSA, cuyo precio promedio es de US$25 por 2,5 GB, 20 minutos de llamada y 20 SMS, con una validez de 30 días y un límite de uso de 30 minutos por tarjeta.

La alta tarifa del servicio de internet amplía la brecha de acceso, generando descontento entre la población. Un ejemplo claro de esta situación fue el controvertido apagón total en julio de 2021, cuando el gobierno restringió el acceso a las redes sociales, desactivando todas las señales de WIFI y deshabilitando las redes móviles durante 72 horas.