Régimen cubano prohíbe procesiones por Semana Santa en Bayamo tras protestas del 17M en esa ciudad

Redacción

Las procesiones de Semana Santa, una tradición arraigada en la fe de muchos cubanos, han sido suspendidas en varias diócesis de la isla, incluyendo Bayamo-Manzanillo en Granma y algunas parroquias de Villa Clara, según confirmaciones a 14ymedio por parte de fuentes eclesiásticas. Esta decisión se produce en un contexto de tensión social, especialmente después de las protestas del 17 de marzo en varias localidades cubanas, como Bayamo, donde los ciudadanos clamaron por “libertad”.

Un sacerdote de Granma expresó su desilusión ante esta medida, recordando que en años anteriores, dependiendo de la situación política, las procesiones se han llevado a cabo sin incidentes, contribuyendo a la paz y la cohesión comunitaria. Aunque los actos religiosos dentro de los templos no han sido prohibidos, la tradición de realizar procesiones al aire libre, que data de al menos 1952, ha sido interrumpida por el gobierno, que, según reportes, teme la posibilidad de nuevas manifestaciones.

La comunidad de Granma ha expresado su descontento, argumentando que la fe debería permanecer al margen de la política y criticando la influencia gubernamental en las prácticas religiosas. Esta preocupación se extiende a otras denominaciones en Matanzas, que temen restricciones similares a medida que se acercan las festividades de Semana Santa.

Osvaldo Gallardo, escritor y activista religioso, comentó a Aciprensa la preocupación del gobierno por las concentraciones de personas, especialmente en un momento de reciente agitación social. La negativa a permitir las procesiones, sin ofrecer explicaciones claras, ha sido interpretada por algunos como un intento de evitar cualquier evento que pueda desencadenar manifestaciones políticas.

En este contexto de restricciones, voces de la Iglesia Católica en Cuba han hecho eco de mensajes de paz y libertad. Durante su sermón en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, en Arroyo Naranjo, el padre Kenny Fernández Delgado hizo un llamado a la no violencia, una postura que resuena con las palabras de sacerdotes cubanos tras las protestas del 11 de julio de 2021. Asimismo, el padre Lester Rafael Zayas Díaz denunció la prohibición de la procesión del Santo Entierro en El Vedado, La Habana, como una violación de la libertad religiosa, atribuyendo la medida a las incomodidades que sus homilías podrían generar en ciertos sectores.

El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, también se pronunció en defensa de las demandas del pueblo cubano por “corriente y comida” y por la libertad para desarrollar sus proyectos de vida, en un discurso que ha generado tensiones con la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba. Estas voces reflejan la compleja interacción entre fe, política y sociedad en Cuba, especialmente en momentos de crisis.