La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de Cuba ha dado un paso inusual para abordar la disminución en sus filas: ha aprobado la afiliación de ciudadanos extranjeros. Esta decisión se tomó ante el éxodo masivo de jóvenes cubanos y su creciente desinterés hacia el comunismo.
Además de esta medida, durante el XII Congreso Nacional, se amplió el límite de edad para ingresar a la UJC, ahora de 14 a 29 años, con una edad máxima de 35 años para el ingreso. Esto refleja un esfuerzo por atraer a más miembros y asegurar una transición fluida hacia el Partido Comunista de Cuba (PCC).
En su discurso durante el congreso, Rogelio Polanco, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central, instó a los jóvenes cubanos a quedarse en la isla y no seguir ideales capitalistas. Propuso una visión de felicidad colectiva basada en la solidaridad y el compromiso con la nación cubana.
El eslogan del congreso, “Crea tu felicidad”, refleja esta idea de construir un sentido de felicidad colectiva en lugar de centrarse en la acumulación material. Sin embargo, algunas voces críticas ven este enfoque como un cambio hacia una narrativa más introspectiva, alejada del fervor revolucionario.
La baja afiliación a la UJC ha sido motivo de preocupación para las autoridades cubanas. Incluso el presidente Miguel Díaz-Canel expresó su inquietud por la falta de militantes en ciertas áreas, señalando deficiencias en el trabajo tanto de la dirección municipal de la UJC como del PCC.
Como parte de los cambios, Meyvis Estévez Echevarría fue designada como nueva dirigente de la UJC, en reemplazo de Ailyn Álvarez García. Este cambio refleja una tendencia a rotar a los dirigentes comunistas en Cuba, buscando revitalizar la organización en un momento crucial de su historia.
