¿Se va del aire el MLC en Cuba en los próximos meses?

Redacción

El controvertido sistema de la Moneda Libremente Convertible (MLC) ha sido objeto de debate en Cuba desde su implementación. Concebido como un mecanismo para captar remesas y controlar la economía, el MLC ha generado opiniones encontradas entre la población cubana.

Desde su surgimiento en medio del llamado “ordenamiento”, el MLC ha sido criticado por su impacto en la economía local. Muchos ven en él un símbolo de la ineficacia de las políticas económicas del gobierno, que parecen cambiar de nombre año tras año sin resolver los problemas fundamentales.

A mediados de 2022, las tiendas en MLC experimentaron un aumento significativo en el precio de sus productos, generando mayor descontento entre los cubanos. Este incremento, ordenado por la dirección nacional de la Corporación Cimex, afectó a una amplia gama de productos, lo que llevó a cuestionar aún más la efectividad del sistema.

El debate sobre la eliminación del MLC

La idea original de que las divisas recaudadas con el MLC abastecerían las tiendas que operan en pesos cubanos no se ha materializado. Esta discrepancia ha llevado a muchos cubanos a pedir la eliminación del MLC y, en algunos casos, incluso el retorno del extinto peso convertible (CUC). ¿Sería este el camino correcto?

El MLC ha sido visto como una herramienta de privatización y dolarización de la economía cubana, excluyendo a aquellos que no tienen acceso a estas divisas. Aunque el gobierno lo considera necesario para captar divisas, muchos lo ven como un sistema perjudicial que beneficia a unos pocos.

Según un análisis del medio Diario de Cuba, el MLC está en declive. Su propósito original se ha visto socavado por la corrupción y la ineficiencia, lo que ha llevado al auge del mercado negro y a una pérdida de control por parte del gobierno.

¿Es el fin del MLC en Cuba?

Ante la creciente inoperancia del MLC y el fortalecimiento del mercado negro, la cuestión no es si el gobierno cubano eliminará este sistema, sino cuándo lo hará. La falta de control sobre las divisas y el crecimiento del sector privado amenazan su supervivencia, lo que sugiere que su eliminación es solo cuestión de tiempo.