Rubén Araujo, de ser un habitual en la Televisión Cubana a desaparecer por completo del ojo público

Redacción

El último capítulo de “La sombrilla amarilla”, la serie que cambió la vida de Rubén Araujo Báez, se emitió en 2003. Aunque han pasado casi 20 años, el público sigue identificándolo como el pequeño Albertico.

Como a muchos actores, le pasó que el papel que interpretó quedó grabado en la memoria colectiva, haciendo que perdiera su identidad y fuera conocido por siempre como ese personaje.

Rubén Araujo Báez nació en Cayo Hueso, Centro Habana, en 1991. Cuando tenía seis años, escuchó en su escuela primaria hablar de La Colmenita, una compañía donde los niños aprendían a bailar, a cantar y a actuar. Esta compañía planeaba lanzar una iniciativa para reunir a niños en situaciones desfavorables, como aquellos con problemas de aprendizaje o que vivían en entornos familiares disfuncionales. Aunque su situación no era de ese tipo, Rubén insistió en unirse y lo aceptaron. De esa subsede pasó a la principal, y así fue como llegó al mundo del arte.

Poco después, se lanzó una convocatoria para la serie infantil “La sombrilla amarilla”, dirigida por Mariela López. “Yo estaba en cuarto grado, tendría unos nueve o diez años. Mi papá me llevó al casting y aprobé. Estaban todos los actores en una mesa leyéndose un guion, me lo dieron para que lo leyera primero un poco y después interactuara con ellos y parece que funcionó”, confesó en una entrevista.

Su personaje, Albertico, apareció en la segunda y tercera temporada. Este niño siempre alegraba a todos con sus travesuras en la casa de Marcolina. Aunque era solo un niño, Rubén disfrutaba que la gente lo reconociera por la calle y le pidieran fotos. Sin embargo, reconoció que la parte más difícil de esa etapa eran las escenas donde tenía que comer dulces, pues a él no le gustaban los postres ni las golosinas.

A partir de “La sombrilla amarilla”, Rubén fue llamado para otros proyectos, como la serie “Enigma de un verano” (2001) y “Claro clarita”, otro espacio infantil donde compartió pantalla con actores que ya conocía, como Rodolfo Bocourt (Monchipío). Este último proyecto llegó cuando estaba en noveno grado, justo antes de ingresar a la Escuela Nacional de Arte (ENA).

En la ENA, recibió la formación teórica que necesitaba para perfeccionar su carrera actoral. Mientras era estudiante, formó parte de otro proyecto dirigido por Mariela López: la serie juvenil “Mucho ruido”. Esta serie generó tanto interés como su anterior participación en “La sombrilla amarilla”. A partir de este serial se formó una banda musical del mismo nombre, en 2011. Aunque Rubén disfrutó de esta etapa, sabía que la música no era su camino.

Como actor, Rubén también incursionó en el cine, participando en “Barrio Cuba” (2005), el último filme dirigido por Humberto Solás. Sobre las tablas, trabajó con grupos como Teatro de La Luna y Teatro Buendía.

Rubén también experimentó con la conducción, un rol que consideró desafiante. Fue presentador de programas como “Conexión”, “Hábitat” y otros en el Canal Educativo, además de programas relacionados con la historia. Su última participación fue en “Música Habana”, en el canal de la capital.

Hace algún tiempo que Rubén no aparece en las pantallas cubanas con alguna novedad, ya que se mudó a Madrid en 2019. A través de su perfil de Instagram, se puede ver lo feliz que está desempeñando su rol de padre.