10 cosas que no imaginabas sobre la popular actriz cubana Paula Alí

Redacción

Desde jovencita, Paula Alí lo tuvo siempre muy claro: quería ser artista. Un día, su sueño encontró la oportunidad mientras trabajaba como camarera en su natal Candelaria. Con 20 años, se fue sin pensarlo mucho a La Habana, donde comenzó como modelo ocasional y extra. Pero luego vendría otro salto más alto que terminaría por catapultarla en el teatro, la televisión y el cine. Se dice fácil, pero fueron años de entrega, constancia y lucha los que la ayudaron a convertirse en uno de los rostros más populares y entrañables del mundo del entretenimiento cubano.

Sangre Árabe y Cubana

Paula Alí nació el 26 de enero de 1938 en Candelaria, un pueblo humilde que entonces pertenecía a la provincia de Pinar del Río. Su padre era árabe, específicamente de Palestina, y luego de la Primera Guerra Mundial probó suerte en Francia y México hasta que decidió establecerse en Cuba. Según cuenta Paula, su madre era una guajirita muy hermosa e inteligente, y su padre, que vendía dulces a caballo, quedó prendado de ella desde el primer momento. De ese amor nacieron cinco hijos, siendo Paula la del medio y la única niña. Aunque muchos piensan que es la madre de dos grandes actores cubanos, María y Jorge Alí, en realidad son sus sobrinos, ya que Paula nunca tuvo hijos naturales.

Pasión por el Arte Desde el Circo

Toda la inquietud artística de Paula comenzó con el circo del pueblo. Ver el montaje de la carpa, su pista circular y todo el entretenimiento que allí se desarrollaba era un suceso para ella. Tanto así que siempre le decía a su padre que se iría con el circo, aunque nunca lo hizo. Pero esa no fue la única influencia en la vida de Paula. A los 12 años descubrió la televisión en la casa de un vecino, y después de pasar horas frente a esa caja mágica, quedó fascinada con la imagen de una modelo anunciando un jabón de tocador, lo que avivó aún más sus sueños.

De Candelaria a La Habana

A los 20 años, Paula ya era una joven con un gran interés por la televisión y el mundo de las modelos. Sin embargo, vivía en un pueblo de campo muy humilde, trabajaba en una cafetería en Soroa y no conocía a nadie vinculado al mundo del arte. Un día, mientras disfrutaba de un espectáculo artístico, tuvo un encuentro con la modelo de televisión Lidia Ríos, popular por hacer comerciales de cigarrillos. Paula le contó su sueño de ser modelo y, para su sorpresa, Lidia le dio todas las señales necesarias para alcanzarlo. Decidida, Paula se subió a una guagua y se fue rumbo a La Habana.

El Inicio Como Modelo

Ya en la capital, Paula se puso en contacto con Renzo Carrá y consiguió su carnet de artista. Comenzó como modelo ocasional en pequeños comerciales y luego como extra en CMQ Televisión, participando en espacios como “Camaré,” “Regalías” y “Jueves de Partagás.” Su función y la de las otras muchachas era simplemente permanecer sentadas en una silla, pero eso fue su debut en la televisión. Paula tuvo la suerte de ser sentada al lado del conductor del programa, y al regresar a Candelaria, la gente la consideraba una estrella. Esto la motivaba aún más a volver a La Habana para seguir persiguiendo su sueño.

Sin Estudios de Actuación

Paula comenzó a hacerse visible en el mundo del entretenimiento cubano y recibió una oferta del prestigioso actor y director teatral D’ Twin Fernández. Comenzó a actuar con pequeños papeles en el Teatro Martí, donde se mantuvo por tres años, lo que le permitió crecer como actriz y tener un salario fijo. Luego, integró el grupo Tercer Mundo y trabajó con la directora Berta Martínez en la obra “La casa de Bernarda Alba.” Así comenzó su recorrido actoral en Teatro Estudio, uno de los grupos más prestigiosos de Cuba, donde se hizo actriz de método y actuó durante más de 30 años.

Trabajo Constante

Paula vive de su pasión. Siempre que la llamaban para actuar, decía que sí, sin importar el género, a menos que supiera que no podría interpretarlo, lo cual sucedía muy pocas veces. Llegó a ser muy solicitada, tanto que hubo épocas en las que no paraba en todo el día. En la mañana grababa “Las huérfanas de la obra Pía,” por las noches estaba en el teatro haciendo “Hierba” y en la madrugada dedicaba su tiempo al cine, como cuando grababa la película “La lista de espera.”

Josefa: Su Personaje Favorito

El teatro consagró a Paula en la actuación, pero fue la televisión la que realmente le dio la fama, gracias a sus actuaciones en telenovelas que le ganaron el corazón del público. Aunque para Paula todos los personajes que ha interpretado son como sus hijos, hay algunos que recuerda con mucho aprecio, como la madre de la obra “Aire frío.” Pero, sobre todo, destaca su personaje de Josefa en la telenovela “El año que viene,” un personaje tragicómico con el que, según afirma, comparte algunas semejanzas en la manera en que lleva su vida.

Problemas de Audición

Paula tiene problemas de audición que se han ido acrecentando con el tiempo. Contó que mientras hacía la película “Los días del agua,” estando en una cueva en Pinar del Río, comenzó a sentirse mal y tuvo mareos. Fue al médico, y más tarde, hablando por teléfono, se dio cuenta de que no escuchaba por un oído. Tras varias pruebas, se confirmó que tenía un oído muy afectado.

Entre la Comedia y el Drama

Paula tiene un talento especial para la comedia, como demostró en el humorístico “Punto G,” pero también es excelente para el drama, como en la reciente novela “Los hijos de Pandora.” Su capacidad para pasar del drama a la comedia es magistral. Aunque le encanta la tragicomedia, ella no se considera ni humorista ni dramática, simplemente una actriz. “Conflictos,” por ejemplo, fue uno de los programas televisivos en los que alternaba entre ambos géneros.

Debut Tardío en el Cine

Su camino como actriz no siempre fue fácil. La fama le llegó más bien tarde y tuvo que enfrentar muchas dificultades. Debutó en la gran pantalla en 1988 con la película “Cartas del parque,” cuando ya contaba con 50 años. A partir de ahí, participó en más de 20 películas, trabajando con importantes directores de la isla como Arturo Soto y Juan Carlos Tabío. Hoy, con 84 años, Paula agradece todo lo vivido porque, aunque ha pasado por muchas dificultades, eso fue lo que la llevó a hacer realidad su sueño.