Este sábado el castrismo volvió a montar su circo propagandístico con la inauguración de un nuevo parque solar de 32 hectáreas en Boyeros, La Habana, justo al lado del santuario de San Lázaro en El Rincón.
Como ya es costumbre, el show estuvo encabezado por el nonagenario Ramiro Valdés Menéndez, uno de los dinosaurios históricos del régimen que todavía sacan de paseo para aparentar continuidad. El proyecto, de 21.8 MW, fue adornado con una efigie de Fidel Castro, presentado en redes oficiales como “el mayor visionario que ha tenido esta Patria hermosa”, aunque el propio dictador había pedido en vida que no usaran su imagen. Ironías del castrismo: hasta muerto siguen manipulando su figura para vender humo.
En la inauguración participaron, además de Valdés, la gobernadora de La Habana Yanet Hernández, el viceprimer ministro Argelio Jesús Abad Vigoa, directivos de la Empresa Fuentes Renovables de Energía (EMFRE) y un grupo de invitados seleccionados para la foto oficial.
El contraste es brutal. Mientras el régimen se llena la boca hablando de soberanía energética, la central termoeléctrica Felton salió de servicio y estará apagada al menos 20 días, lo que hunde todavía más al sistema eléctrico nacional. La noticia llegó justo cuando el pueblo soportaba apagones de más de 24 horas de afectación continua, según los propios reportes de la Unión Eléctrica.
El viernes la máxima afectación por déficit de generación alcanzó los 1861 MW en horario pico, un número que evidencia la bancarrota del sistema. Ni siquiera pudieron poner en marcha la unidad 3 de la CTE Santa Cruz, lo que agravó el desastre.
El Ministerio de Energía y Minas, en su eterna campaña triunfalista, asegura que ya funcionan 27 parques solares fotovoltaicos de los 51 previstos, apenas un 53 % del plan. Según ellos, estos proyectos aportan 580 megawatts al mediodía y ayudan a “disminuir” los apagones. Pero la realidad es otra: la gente sigue a oscuras, cocinando con leña, botando la comida de los refrigeradores y viviendo con el alma en vilo por los cortes de luz que duran más de 12 horas.
El régimen presenta cada nuevo parque solar como si fuera la salvación, pero el 47 % de los proyectos sigue pendiente y nadie en la calle cree que estas inauguraciones propagandísticas vayan a resolver la crisis. Son, simplemente, parches verdes para tapar un colapso rojo.
