El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, volvió a ocupar el centro de atención en una transmisión en vivo a través de las redes sociales de la Presidencia, donde buscó abordar las crecientes preocupaciones y críticas de la población cubana sobre la crisis alimentaria, especialmente en relación con los productos distribuidos a través de la canasta familiar normada.
Durante la emisión, Díaz-Canel reconoció abiertamente la existencia de estados de opinión “muy críticos y negativos” en toda la nación, reflejando la insatisfacción generalizada en cuatro dimensiones clave: el tiempo de entrega de la canasta, la calidad de algunos productos, la composición de la misma y la eficacia de los procesos logísticos para asegurar los productos esenciales.
Para abordar estas preocupaciones, el presidente cubano fue acompañado por Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, quien detalló los desafíos que enfrenta el país en cuanto a la disponibilidad y distribución de alimentos básicos. Entre los productos más afectados se encuentran las pastas alimenticias, el fósforo, el café, el aceite, la carne, el huevo y otros elementos básicos de la dieta cubana.
Se ofrecieron justificaciones oficiales para la ausencia de algunos alimentos en la canasta, destacando problemas logísticos, financieros y de producción que han obstaculizado la cadena de suministro en el país. Desde la distribución limitada de arroz y frijoles hasta la escasez de productos cárnicos y lácteos, se delinearon las complejidades del sistema de distribución controlado por el Estado.
A pesar de la falta de soluciones inmediatas, Díaz-Canel prometió mejoras para los próximos meses, incluyendo esfuerzos para estabilizar la canasta básica y ampliar las producciones nacionales. Se espera que en abril y mayo se logre una distribución más consistente de productos clave, como arroz, aceite y carne en conserva, mientras se planea la reincorporación del yogur de soya para los niños de 7 a 13 años.
