Cubanos están vendiendo sus viviendas a precios irrisorios para poder abandonar el país con algo de dinero y no perderla

Redacción

La situación del mercado inmobiliario en Cuba está experimentando una depreciación sin precedentes, con precios de viviendas cayendo a niveles extremadamente bajos. Este fenómeno se debe en gran medida al éxodo masivo de cubanos y a la crisis inflacionaria que azota al país, lo que ha llevado a una saturación de ofertas de propiedades a precios que serían impensables hace apenas unos años.

Según reportes de Martí Noticias, entrevistas con residentes de distintas provincias cubanas revelan una realidad unánime: es un buen momento para comprar, pero un momento terrible para vender. La desesperación por emigrar ha llevado a muchos a ofrecer sus viviendas por fracciones de lo que valdrían en condiciones normales.

Vladimir Turró, un comunicador, señaló que el deseo de abandonar la isla ha provocado una caída drástica en los precios. Propiedades que anteriormente podían costar entre 15,000 y 20,000 dólares, ahora se encuentran en el mercado por aproximadamente 5,000 dólares.

En áreas de alto interés turístico como Centro Habana y La Habana Vieja, la depreciación es aún más notable. Ángel Marcelo Rodríguez, un experto en el sector inmobiliario, mencionó que apartamentos que podrían servir como hostales en estas zonas se venden por tan solo 2,000 a 3,000 dólares americanos, una cifra irrisoria considerando su ubicación estratégica para el turismo.

La situación no es diferente en zonas más exclusivas como el Vedado, donde propiedades que antes se cotizaban por más de 100,000 dólares, ahora luchan por encontrar compradores incluso a la mitad de ese precio.

Vladimir Ríos Cruz, residente en La Lisa, La Habana, confirmó esta tendencia, describiendo cómo el desespero por salir del país ha llevado a muchos a vender sus propiedades a pérdida. Ejemplificó con un apartamento en La Coronela, que pasó de valer 12,000 dólares a ser vendido por 4,000 dólares.

Este panorama refleja la profunda crisis que vive Cuba, donde la urgencia por emigrar en busca de mejores condiciones de vida ha eclipsado el valor real de las propiedades. La situación del mercado inmobiliario es solo un síntoma más de la crisis económica y social que enfrenta la isla, empujando a sus ciudadanos a tomar decisiones drásticas con tal de buscar un futuro fuera de sus fronteras.