La Aduana General de la República de Cuba ha emitido una convocatoria para formar nuevos agentes aduanales, en un intento por cubrir la falta de personal en la entidad. Sin embargo, los salarios ofrecidos para estas posiciones podrían plantear un dilema ético, ya que los agentes estarían en contacto directo con viajeros y mercancías, lo que plantea la pregunta: ¿Podrían estos sueldos ser un incentivo para la corrupción?
Según Nelson Enrique Cordovés Reyes, Jefe Nacional de la Aduana, los interesados en unirse a la institución deben cumplir con requisitos educativos y de edad, y asistir a un curso de preparación antes de comenzar su labor. La convocatoria, que se lleva a cabo en Avenida Independencia km 3 1/2 entre A y B, Consejo Popular Armada, Cerro, solicita únicamente tener más de 18 años y haber completado el duodécimo grado de estudios.
El salario ofrecido para los nuevos agentes aduanales es de 4.010 pesos cubanos (CUP) al mes, lo que equivale a menos de 12 dólares mensuales. Esta cifra es notablemente baja, especialmente considerando las responsabilidades asociadas con el puesto y el contexto económico actual en Cuba.
La posición de agente aduanal implica una gran responsabilidad en la regulación de importaciones y el manejo de divisas extranjeras, lo que, combinado con un salario bajo, podría aumentar el riesgo de corrupción en la institución.
La corrupción en las aduanas puede tener graves consecuencias, como la pérdida de ingresos fiscales y la facilitación de actividades ilegales. Para combatir este problema, es crucial mejorar la transparencia y promover una cultura de legalidad y ética en todos los niveles de la institución.
A pesar de los esfuerzos por reclutar nuevo personal, la Aduana de Cuba enfrenta una alta rotación de empleados, en su mayoría jóvenes. Este fenómeno plantea desafíos adicionales en la lucha contra la corrupción y destaca la necesidad de implementar estrategias efectivas para abordar esta problemática.
En una reciente emisión del programa Mesa Redonda, se alertó sobre el abuso en la libre importación de alimentos, medicinas y productos de aseo, una medida implementada en tiempos de crisis. Los directivos de la Aduana advirtieron sobre la importación excesiva de estos productos con fines comerciales, lo cual va en contra de las normativas establecidas.
