Evelyn Pineda, una madre cubana de 29 años, se vio sumida en la desesperación al no poder alimentar adecuadamente a su hijo paralítico y portador de VIH, lo que la llevó a intentar quitarse la vida. “La situación con mi hijo me deprimió tanto que pensé en atentar contra mi vida porque no soportaba verlo sufrir por falta de alimentos”, compartió en un desgarrador relato a Cubanet.
La difícil realidad de Evelyn y su hijo, ambos viviendo con VIH, se agravó cuando el niño desarrolló una parálisis en su lado izquierdo debido a una displasia cerebral causada por un parásito asociado a las palomas. Esta condición obligó a Evelyn a vender su hogar para comprar un colchón especial que evitara las escaras en su hijo, quien necesita cuidados constantes y una dieta rica en proteínas que ella no puede costear debido a la inflación y a su imposibilidad de trabajar mientras cuida de él.
La desesperación de Evelyn alcanzó un punto crítico, llevándola a considerar el suicidio como la única salida a su angustiante situación. “No pensé en las consecuencias, solo en mi desesperación, olvidando que dejaría a mi hijo solo”, expresó.
Tras su intento de suicidio, Evelyn fue hospitalizada. Maritza Concepción, su madre, narró la falta de insumos médicos y la necesidad de protestar para obtener atención médica adecuada en el Policlínico Julio Antonio Mella. Además, describió el trato deshumanizado que recibió Evelyn en el Hospital Clínico Quirúrgico “Miguel Enrique”, donde fue tratada “como un animal”.
Este caso subraya la grave crisis humanitaria que enfrentan muchas familias en Cuba, exacerbada por las deficiencias del sistema de salud, la escasez de alimentos y el colapso económico, afectando profundamente a los más vulnerables como Evelyn y su hijo.
