Joven cubano pide al Ministerio de Salud Pública que le aplique la eutanasia: “Quiero morir dignamente”

Redacción

Javier Peguero Juanes, un joven de Santiago de Cuba, ha hecho un llamado público al Ministerio de Salud Pública (MINSAP) a través de una carta abierta compartida en redes sociales, solicitando la aplicación de la eutanasia para poner fin a su prolongado sufrimiento debido a una enfermedad crónica que padece desde hace ocho años.

En su desgarradora petición, Peguero Juanes describe el insoportable dolor que enfrenta diariamente y apela a la recientemente aprobada Ley de Salud Pública para que se le permita acceder a una muerte digna. “Si existe una escala de la agonía, ahora mismo me encuentro en los más altos niveles por los dolores y sufrimiento a la que mi situación me lleva días tras días hace ya 8 años”, expresa en su publicación en Facebook.

A pesar de los intentos por aliviar su dolor con medicamentos como el Tramadol, el joven señala que estos apenas le proporcionan alivio temporal y teme que pronto dejen de ser efectivos. “NO MÁS SUFRIMIENTO, AYÚDENME POR FAVOR”, suplica Peguero Juanes.

El joven también menciona que lleva años postrado en cama debido a un estado degenerativo irreversible, lo que agrava su situación.

Aunque Cuba no cuenta con una ley específica de eutanasia, la nueva Ley de Salud Pública, aprobada en diciembre de 2023, introduce la posibilidad de tomar “determinaciones” sobre el final de la vida de los pacientes en fases agónicas o terminales, sin utilizar explícitamente el término “eutanasia”. Esta medida se da en un contexto de crisis en el sistema sanitario cubano, caracterizado por la escasez de medicamentos, insumos médicos y profesionales de la salud.

La Dra. Taymí Martínez Naranjo, directora del Hospital Provincial Faustino Pérez en Matanzas y diputada, ha reiterado que la eutanasia no está reconocida como tal en el Código Penal cubano, y que cualquier acción que contribuya a terminar la vida de otra persona podría considerarse un delito. Sin embargo, la nueva legislación reconoce el derecho a una muerte digna a través de las mencionadas “determinaciones para el final de la vida”.