En Cuba, la situación del cáncer es alarmante, con un promedio de 146 personas falleciendo diariamente a causa de esta enfermedad y un nuevo caso diagnosticado cada 20 minutos, según el doctor Elías Gracia Medina, jefe de la Red Nacional de Oncología. A pesar de no ser la principal causa de muerte en la isla, el cáncer representa una de las principales amenazas para la salud pública, especialmente debido a su impacto en términos de años potencialmente perdidos entre la población de uno a 74 años.
El cáncer de piel es el más común en Cuba, aunque su impacto en la mortalidad es bajo. Entre los hombres, los cánceres más diagnosticados incluyen el de próstata, pulmón, colon y laringe. Para las mujeres, los principales cánceres son de mama, pulmón, cuello de útero y colon. Estos tipos de cáncer representan el 50% de las muertes por enfermedades oncológicas en el país.
Una preocupación particular es el cáncer de mama, el cual, a pesar de ser el de mayor incidencia entre las mujeres y una de las principales causas de muerte por cáncer en Cuba, ha visto interrumpido su programa de detección precoz desde los años 90. La detección temprana es crucial para aumentar las probabilidades de sobrevida y cura, pero la pandemia de Covid-19 exacerbó el problema al aumentar el porcentaje de cánceres detectados en estado avanzado del 26% al 40%.
El envejecimiento poblacional es un factor clave en el aumento de la incidencia del cáncer, con más del 20% de la población cubana mayor de 60 años, una cifra que se espera aumente al 25% para 2030. Se proyecta que para esa fecha habrá 56.000 nuevos casos de cáncer, según modelos matemáticos.
La crisis de salud pública en Cuba, agravada por la escasez de medicamentos y la imposibilidad de mantener una dieta saludable debido a la severa inflación y escasez de alimentos, complica aún más el panorama. Los pacientes de cáncer frecuentemente recurren a las redes sociales en busca de ayuda para conseguir los tratamientos necesarios.
Aunque el gobierno cubano y algunos medios intentan atribuir la falta de tratamientos al embargo de Estados Unidos, la realidad es que la industria biotecnológica cubana, como BioCubaFarma, ha logrado desarrollar y exportar tratamientos para el cáncer, como el anticuerpo monoclonal Nimotuzumab, aprobado en China para tratar el cáncer de cabeza y cuello. Además, Cuba ha vendido medicamentos a México, incluyendo tratamientos para el cáncer, por un valor de 84 millones de dólares.
Esta situación resalta la complejidad de la lucha contra el cáncer en Cuba, donde los desafíos van desde el envejecimiento poblacional y la crisis económica hasta las limitaciones impuestas por el sistema de salud y la disponibilidad de tratamientos.
