Entre maleza y escombros: La triste realidad de la Piscina Gigante de Alamar que Fidel Castro presumió como uno de sus grandes logros

Redacción

La gran piscina de Alamar, en Habana del Este, una vez celebrada como un triunfo de la ingeniería cubana y un símbolo de esparcimiento para los habaneros, ahora languidece en el olvido, invadida por la maleza y los escombros.

Un reciente video difundido por Cubanet en la red social X muestra cómo la vegetación y el abandono están consumiendo lo que fue la piscina más grande de América Latina. Inaugurada en 1985, esta piscina fue promocionada por el régimen como un ejemplo de la superioridad del socialismo, con Fidel Castro aprovechando el lugar para ensalzar su imagen.

Con una extensión de 5,000 metros cuadrados, la piscina no solo era un lugar para nadar, sino que también contaba con una cafetería, un restaurante, una discoteca nocturna y una plaza para eventos culturales, convirtiéndola en uno de los destinos más populares de la época.

Ahora, este espacio se ha transformado en algo muy diferente. Aunque ocasionalmente se usa como locación para videoclips y se ha convertido en una improvisada pista para skaters, principalmente sirve como un depósito de basura y refugio para perros callejeros.

La historia de la piscina de Alamar es un reflejo del destino de muchos sitios emblemáticos en Cuba, que han caído en la ruina bajo un régimen que lucha por mantener su infraestructura en medio de una profunda crisis económica. Este patrón de desatención y deterioro también se observa en otros lugares como la Pizzería de La Copa en el municipio de Playa, que igualmente se desvanece lentamente.