Otaola pierde a uno de los grandes patrocinadores de su show por culpa del Estadio de los Marlins de Miami

Redacción

El influencer Alexander Otaola y el empresario Armando Labrador se encuentran en un enfrentamiento que ha sacado a la luz notables diferencias en sus perspectivas y acciones hacia la comunidad cubana en Miami.

La disputa comenzó cuando Labrador retiró la publicidad de sus clínicas My Cosmetic Surgery del programa “Hola Otaola”, tras desacuerdos relacionados con el proyecto “Cuba primero” y la asociación de Labrador con los Miami Marlins.

Otaola ha cuestionado el apoyo de los Marlins al exilio cubano después de los eventos del Clásico Mundial de Béisbol 2023, argumentando que el equipo de béisbol no merece el respaldo de la comunidad cubana en Miami debido a su falta de apoyo.

La decisión de Labrador de cortar lazos con Otaola surgió tras sentirse ofendido por las críticas de este último. Otaola expresó: “Yo no tengo nada que decir del señor Armando Labrador, más allá que creo que ha tomado una muy mala decisión, al movilizar a opositores dentro de Cuba, para que hablen de mí”.

El conflicto se intensificó cuando Labrador planteó a Otaola la idea de una alianza con los Marlins para promover desde el mes de la herencia cubana el proyecto “Cuba Primero” como un movimiento político. Otaola rechazó participar y criticó la propuesta, señalando que “los Marlins no se han disculpado públicamente con el exilio, yo creo que el ultraje que cometieron como institución, en representación de las grandes ligas, y las exigencias del juego, y por ende de la dictadura, a mí me parece que esa gente no merece apoyo”.

Otaola también mencionó que no consideraba el conflicto como un ataque personal hacia Labrador, sino como una crítica a las acciones y decisiones relacionadas con el evento de los Marlins. Explicó que trató el tema delicadamente y no culpó a los artistas involucrados en el evento.

El influencer concluyó afirmando que el comportamiento de Labrador contradice el espíritu del movimiento “Cuba Primero”, criticando la decisión de usar el movimiento para atacarlo desde Cuba por no apoyar una iniciativa que considera humillante y que compromete la dignidad de los exiliados.

Este conflicto ha generado controversia en la comunidad cubana en Miami, revelando divisiones en las estrategias y visiones hacia la lucha por la libertad de Cuba.