Los años 90, considerados uno de los períodos más difíciles para Cuba, vieron a la televisión nacional superar desafíos para crear programas infantiles que marcaron a una generación de niños. A pesar de los frecuentes apagones y la escasez de recursos, estos programas lograron ganarse el corazón del público infantil y permanecen en su memoria décadas después.
En ese contexto, surgieron shows como “Tato y Carmina”, “Dando vueltas”, “Los papaloteros”, y en 1990, “Pocholo y su pandilla”, un programa de participación que involucraba a los niños en actividades en vivo. Nelson González Pérez, quien interpretaba a Pocholo, se convirtió en el maestro de ceremonias del programa. Junto a él estaban los Bonetes: Pastosita (Amarilys Sánchez), Listón (Simón Casanova) y Tico (Carlos Treto).
Bajo la dirección de Charlie Medina y con guiones de Daniel Alberto Silva, “Pocholo y su pandilla” ofrecía una combinación de juegos, sketches y música, con la canción principal interpretada por Laura de la Uz. El formato, considerado revolucionario para la época, desafió las limitaciones de producción y se convirtió en un ícono de la televisión cubana. Sin embargo, el programa fue cancelado solo cinco años después, aunque su legado continuó en otros espacios como “Fantástico”, “El elefante y la hormiga”, “Juguemos” y “Barquito de papel”.
Después de “Pocholo y su pandilla”, Nelson González Pérez continuó trabajando en televisión y cine. Interpretó al Tuerto en “Hermanos” (1989), y al sargento Pelayo en “Los pequeños fugitivos” (2001), retransmitido varias veces. En cine, participó en “Roble de olor” (2004), dirigida por Rigoberto López.
Nelson también tuvo una carrera destacada en el teatro, especialmente con el Teatro Caribeño (TC), dirigido por Eugenio Hernández Espinosa, quien recibió el Premio Nacional de Teatro en 2005. González actuó en muchas obras, incluyendo “Jazz”, “El viejo reloj da la hora exacta” y “Lagarto pisa bonito”. En 2017, fue nominado al Premio Caricato por su papel en “La Piñata”.
Además de actuar, Nelson codirigió “Sombras” en 2013 y, en 2018, dirigió “Eclíptica ¿qué le pasa a esa mujer?”. Este año, TC presentó “Sapito Matraca”, una obra infantil que rindió homenaje al desaparecido Eugenio Hernández Espinosa, mostrando que Nelson continúa comprometido con la creación artística y la celebración del legado de sus colegas.
En una entrevista reciente, Nelson expresó su felicidad por mantener viva la memoria de Hernández Espinosa a través de “Sapito Matraca”, diciendo: “Estoy muy feliz de seguir teniendo a Eugenio entre nosotros a través de esta creación suya para el mundo infantil, porque él siempre fue como un ‘niño grande’”. Sus palabras reflejan la pasión y el entusiasmo que han caracterizado su carrera artística y su contribución al arte en Cuba.
